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BERLINALE 2022 Panorama

Isabelle Stever • Directora de Grand Jeté

"Precisamente porque nos rechazaban los fondos, consideré mucho más interesante contar esta historia"

por 

- BERLINALE 2022: La directora europea se arriesga considerablemente al hacer esta película sobre un amor poco habitual entre una madre y un hijo

Isabelle Stever  • Directora de Grand Jeté
(© Fabrizio de Gennaro/Cineuropa)

La sección Panorama de la Berlinale de este año acoge el estreno mundial del nuevo largometraje de la directora alemana Isabelle Stever: Grand Jeté [+lee también:
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. Una vez más, como con su última película The Weather Inside [+lee también:
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(2015), se interesa por la relación entre una mujer mayor y un hombre más joven, esta vez entre una madre y su hijo. Hablamos con la directora sobre su interés en la historia, cómo desarrolló los personajes, y la estética de la película.

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Cineuropa: ¿Por qué era importante para ti contar esta historia?
Isabelle Stever:
La película tuvo un largo periodo de gestación de 16 años. Mi interés y perspectiva sobre la historia han cambiado mucho durante ese tiempo. Creo que por eso la película ha acabado ahora siendo tan densa. En mi opinión, puede verse desde muchos ángulos. Al cruzar barreras morales, se crea un espacio en el que es posible considerar preguntas sobre la sociedad, algunas incluso independientes de la trama misma. Por ejemplo, el rol de las mujeres, y de los cuerpos de mujer. O qué significa la maternidad, a quién pertenece este cuerpo, cómo se relaciona uno con sus propios hijos. ¿Qué modelos de familia alternativos hay? En un sentido, la película podría considerarse “body horror”. Trata sobre la explotación de uno mismo y del propio cuerpo, sobre alienarse a uno mismo del propio cuerpo. Algo escapa del cuerpo reprimido de Nadja que desarrolla sus propias ideas.

Trata de una relación inusual entre madre e hijo. ¿De dónde vino la inspiración?
De una forma retorcida, la protagonista está intentando recuperar su propia infancia, y también su maternidad. Al mismo tiempo, trata de desafiar a su propia madre. Había oído hablar de esta idea. Una actriz había escrito una propuesta; le pasé el material con mis comentarios a la autora Anke Stelling, que escribió una primera versión, que nos pareció demasiado explícita y demasiado drástica para ser filmada. Stelling finalmente escribió una novela. No fue hasta diez años más tarde que me atreví a adaptarla al cine. Anna Melikova escribió entonces el guion.

¿El tema tiene un trasfondo político? ¿Tenías intención de romper uno de los últimos tabúes de nuestro tiempo?
No como objetivo principal. Se trata de describir una sensación de irritabilidad y encontrar un lenguaje para ella.

¿Habría sido concebible intercambiar los roles? ¿Tener a un hombre en el personaje más mayor?
No me interesó, pero creo que podría haber financiado el material más fácilmente de esa forma, porque experimenté una resistencia enorme. La mayoría de los fondos nos rechazaron, incluso después de varios intentos. Pienso que fue porque la historia trata de una madre y su hijo. Pero este rechazo hizo que me resultara más interesante contar la historia.

¿Cómo fueron las condiciones de producción al final?
Tuvimos que arreglarnos con un cuarto del presupuesto usual. Convertí la película en un ejercicio para mis estudiantes: en formato taller, trabajamos cómo crear atmósfera. Todo el mundo aprendió en el proceso, fue una buena experiencia. Gestioné la posproducción por mi cuenta.

¿En qué te centraste durante el casting?
El personaje de Nadja está definido por su cuerpo, que se encamina al declive. Quería que la actriz, Sarah Nevada Grether, tuviese eso, pero no quería que pareciese resentida o rencorosa. Mario es una fantasía encarnada; no sabemos qué quiere ni qué piensa. Emil von Schönfels tiene gran aplomo y transmite bien lo misterioso del personaje.

¿Qué representa el ballet en la película?
El ballet no debería ser un objeto cultural, sino un método de entrenamiento para el cuerpo, que ayuda a cruzar barreras.

La cámara está siempre muy cerca de los personajes y de varios objetos. ¿Cómo desarrollaste este concepto visual?
Era importante dejar cierta distancia para que el espectador pudiese jugar con elementos de la historia y sentir que el mundo que ve es cambiable. La distancia también crea un sentido de esperanza. Pero uno debería también mantener la atención en Nadja, y su mundo enfocado. La cámara debería parecer a la vez aleatoria y narrativa. El film debería recordarnos a una leyenda, a algo que está predeterminado y aun así es impredecible.

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(Traducción del inglés por Angélica Ramos)

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