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VARSOVIA 2021

Michał Krzywicki • Director de The Day I Found a Girl in the Trash

“Cuando decides hacer una película futurista, algunos elementos familiares se cuelan sin darte cuenta”

por 

- Hemos hablado con el director sobre su película, con un título bastante ingenioso, presentada originalmente en el Meeting Point de Vilna y estrenada mundialmente en Varsovia

Michał Krzywicki  • Director de The Day I Found a Girl in the Trash
Dagmara Brodziak y Michał Krzywicki (© Greta Burzyńska)

Presentada en el Meeting Point Vilnius y estrenada mundialmente en el Festival de Cine de Varsovia, The Day I Found a Girl in the Trash [+lee también:
tráiler
entrevista: Michał Krzywicki
ficha de la película
]
, cocreada por Dagmara Brodziak y Michał Krzywicki, también protagonistas, muestra la Polonia de 2028 como un país totalitario que priva de su identidad a las personas consideradas "criminales" de su identidad. Sin embargo, una chica empieza a recuperar la razón. Hablamos con Krzywicki, quien también dirige la película.

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Cineuropa: ¿Cómo visualizaste todo este mundo? Parece bastante preciso con las fechas y toda la historia de los llamados "autómatas".
Michał Krzywicki: El hecho de que esté ambientada solo ocho años en el futuro tiene tiene que ver con nuestro deseo de centrarnos en la gente, más que en la ciencia ficción. Yo diría que este mundo se creó para esta historia, no al revés. Al principio se nos ocurrió la idea de que alguien está recuperando sus sentidos de nuevo —bueno, realmente se le ocurrió a Dagmara, que es la cocreadora de la película—: mientras el personaje de Blue está redescubriendo el mundo y percibiendo su belleza, su compañero Szymon no es capaz de hacerlo.

Has mencionado que todo ocurre en un futuro próximo, lo que hace que uno se cuestione el auge del nacionalismo. Lo vemos plasmado en la escena del autobús, donde la gente tiene que cantar el himno.
Una vez fuimos a Bangkok y mientras estábamos en nuestro parque favorito, observamos algo interesante. Dos veces al día, tocaban el himno nacional. Todos los que estaban allí, corriendo o sentados en un banco, se ponían de pie. Era como si el tiempo se detuviera por un momento y luego volvieran a lo que estuvieran haciendo.Las escenas de las protestas en la película las rodamos durante las marchas del Día de la Independencia de la República de Polonia del año pasado. Fue una cuestión práctica: nos llevaría tiempo y dinero recrear escenas similares, así que ¿por qué no capturarlas en la vida real?

Blue, con la cabeza rapada y marcas en el cuello, me recuerda a Neo de Matrix. ¿Pensaste en otras películas para inspirarte?
Ahora notamos estas referencias más que antes. Mucha gente hace referencia a Blade Runner, pero me di cuenta que acabó convirtiéndose en Matrix mientras la estaba editando, o incluso en este personaje de Ghost in the Shell, que tenía las mismas marcas. Estoy empezando a pensar que cuando haces una película futurista, algunos elementos familiares se cuelan sin darte cuenta. La cabeza rapada nos traslada a un contexto histórico como los esclavos o incluso el Holocausto, ya que se vive un proceso de deshumanización. Tu individualidad desaparece y pasas a ser parte de una masa anónima, privada de todos los derechos.

El mundo tiene sus fases, y es fácil sentir que ya nada tiene sentido y que existe una fatalidad inminente. Es fácil deprimirse y olvidar que, aparte de las malas noticias que oímos, también ocurren cosas buenas.Mostramos a alguien que ha perdido toda esperanza, que ya no tiene fuerzas, pero entonces conoce a esta mujer que es ingenua como una niña y se da cuenta de todo lo que la rodea, incluso las gotas de lluvia en esta fea ciudad.

Es un poco retorcido: alguien te ha quitado todos tus recuerdos, pero eso te ayuda a ver el mundo de nuevo.
Dagmara vio en Internet algo que le inspiró. Era un vídeo en el que a un daltónico se le entregaron unas gafas especiales que le permitían ver los colores. El muchacho de tan solo dieciséis años se echó a llorar ¿Cuántas cosas no nos damos cuenta? ¿cuántas cosas damos por sentadas hasta que enfermamos, por ejemplo?

Hemos hecho dos películas juntos y consideramos que ni el realismo ni las reglas, más comunes en el cine polaco, pueden llegar a ser interesantes. Nos gusta lo irracional. Operar dentro del género nos da más libertad.

Cuanto más hablamos, más usas la forma plural. ¿Cómo colaborasteis, exactamente?
A Dagmara se le ocurrió la idea principal, y durante un tiempo, la desarrolló por su cuenta. Más tarde, me pasó el guión preliminar, y empecé a escribirlo con ella. Planteamos dirigir la película juntos,pero creo que no hubiera sido capaz de hacerlo.

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(Traducción del inglés por Noelia Bas Hurtado)

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