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BRIFF 2021

Serge Mirzabekiantz • Director de Le coeur noir des forêts

"El bosque ofrece misterio y ambivalencia, lo que condiciona el relato"

por 

- El cineasta belga nos habla sobre su primer largometraje, un sensible y cautivador drama sobre un encuentro inesperado entre dos jóvenes heridos en busca del amor

Serge Mirzabekiantz • Director de Le coeur noir des forêts
(© BRIFF/Claire Zombas)

Cineuropa habla con Serge Mirzabekiantz, cuyo primer largometraje, Le Coeur noir des forêts [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Serge Mirzabekiantz
ficha de la película
]
, un drama sensible y cautivador sobre el inesperado encuentro entre dos niños heridos que buscan amor, se estrenó la noche del viernes y abrió la Competición Nacional del Brussels International Film Festival.

Cineuropa: ¿Cómo surgió el proyecto?
Serge Mirzabekiantz: Originalmente, quería escribir un cortometraje que empezara con una imagen, la de un bosque oscuro. Yo quería que fuera así, cuanto más miraba la imagen del bosque, más detalles encontraba. Vi personas corriendo, luego nos dimos cuenta de que eran un chico y una chica, que parecían jóvenes, y que la postura de la chica era extraña, que quizás estaba embarazada… Empecé a escribir un cortometraje, llamado Refuge, que se convirtió en Le Coeur noir des forêts. Mientras avanzaba en el proceso de escritura y la construcción de los personajes, sentí que estaba empezando a adquirir las dimensiones de un largometraje.  

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Partiendo de este bosque, este complejo organismo que alberga historias, ¿cómo llega uno al de la película, y cómo lo definirías?
Me encantan las películas sobre encuentros. Quería ver cómo se conocen dos personas, y por qué funciona, por qué se unen los imanes. El bosque es un reflejo de lo que son, de sus miedos y secretos. Sentía que quería hablar de la necesidad de amor, de darlo y recibirlo. ¿Qué ocurre cuando hemos sido privados de ello, cuando no hemos aprendido el amor?

¿Quiénes son Nikolaï y Camille?
Claramente, son almas errantes. Niños que fueron abandonados y que ya no tienen vínculos ni raíces. Necesitan volver a depender de algo, y dependen el uno del otro, cada uno de una forma distinta. Para mí, también era interesante que no tuviesen la misma historia familiar. Nikolaï fue abandonado en un bosque; un gran acto de violencia, crece sin ninguna referencia a sus orígenes, a quién es. Camille, por otro lado, tuvo una familia, una madre que no la quiso, un padre que se sintió abrumado por su hija y decidió rehacer su vida. Era importante que también tuvieran trayectorias diferentes.  

¿Cómo escribiste, pensaste, imaginaste el personaje del bosque?
Siempre ha tenido una presencia muy fuerte en mis películas; me parece muy cinematográfico con sus texturas, sus luces. Transmite misterio y ambivalencia, el bosque puede ser tan alegre como inquietante. Sumergir a mis personajes en este universo tan silencioso me permitió establecer una especie de diálogo entre ellos y el bosque. Trabajamos mucho el sonido, para que fuera muy natural, visceral, sentir las sensaciones y la sugestión. Lo que me gusta del bosque es que dispara una imaginación extraordinaria y eso, como la adolescencia, es un lugar con posibilidades infinitas. Hace la experiencia más densa. Para convertirlo en un personaje real, también necesitaba una identidad en la imagen. Visité muchos bosques y encontré el indicado para la película. Cuando lo encontramos, tuvimos que ver cómo evolucionaba el sol dependiendo de la estación. Hicimos muchas fotografías y muchas calibraciones con mi directora de fotografía, Virginie Surdej, para ver cómo poner un poco de negro en la luz. Eso es lo interesante: pensar que en la luz hay forma de poner un poco de oscuridad, y cómo la luz puede surgir en la oscuridad. El mundo nos ha alcanzado un poco, y vemos la necesidad de volver a la naturaleza, de escucharla de forma diferente, y también quería hablar de eso.

El bosque también contribuye a cambiar el género de la película, salimos de la historia adolescente para llevarla a otra parte.
Exacto. Eso respondió a una pregunta que estaba presente desde el principio: ¿por qué hacer otra película sobre un embarazo adolescente cuando ya se ha hecho muy bien en el pasado? Quería disponer un universo realista, con un contexto social real, para luego desviarlo hacia algo más onírico, abrirlo hacia algo universal. Trabajamos y reorganizamos mucho el guion, teníamos que encontrar este ligero desequilibrio o, en cualquier caso, esa combinación que funcione, sin ser una película fantástica ni de terror. Recuerdo que durante una reunión con el CNC, un lector mencionó que era una película post-Dardenne, y me pareció muy interesante.

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(Traducción del francés)

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