13/08/2021 - El thriller con toques de western del director italiano compite en la sección internacional de Locarno

(© Locarno Film Festival/Ti-Press/Samuel Golay)

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crítica
tráiler
entrevista: Bonifacio Angius
ficha de la película], un thriller con elementos de western, ambientado en un pequeño pueblo sardo, que compite en el Festival de Locarno. Sigue a un grupo de amigos cuya relación está en las últimas y buscan refugio en el alcohol y las drogas. Hablamos con el director, que nos cuanta en qué se inspiró y en el concepto estético de la película.  

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Cineuropa: ¿Cuál fue el punto de partida y de inspiración para la película?
Bonifacio Angius: Tuve la idea hace unos años, pero no empecé con la producción inmediatamente. Luego, volví a ello y escribí el guion muy rápido. En cuatro semanas, estaba listo, y seis semanas después, estábamos grabando. Fue durante el confinamiento en Italia, y grabamos en un pequeño pueblo en Cerdeña. Tuvimos que seguir protocolos de seguridad sanitaria, algo que nos unió todavía más. Nos convertimos en una familia, y el proyecto me hizo sentir frenesí. Tenía tantos roles (director, productor, editor y actor), que cuando vi la película me pregunté: “¿Quién hizo esto?”. La pandemia fue una época muy complicada para mí. Sentí un dolor terrible. Pensé que era el final de todo, y que nunca volvería a hacer películas. Por eso quise que la película tuviera los personajes más complicados que pudiera encontrar, para crear un contraste con la tendencia actual a simplificar todo.  

¿Las drogas corrompen todo lo que hacemos y tenemos?
Para mí, las drogas son, ante todo, un elemento visual. Usé este tema para crear una historia simple e inmediata. La película se centra más en el concepto de autodestrucción que tienen las personas. No veo esa fuerza en ningún ser humano, sino en la humanidad en su conjunto. Nuestra responsabilidad con esto es más global. La película se entiende como una obra de filosofía; también puede ser considerada un acto de autosabotaje. Además, la película pretende lograr un equilibrio entre lo trágico y lo cómico. Tiene algo desestabilizador, así como algo nostálgico y romántico.  

¿Cómo desarrollaste el concepto estético de la película?
Mi inspiración vino de La Gran Comilona, de Marco Ferreri, a la que quería añadir una perspectiva western. Veo la película parecida a las obras de Sergio Leone y Luchino Visconti. Creo que las partes más bonitas son los flashbacks, que recuerdan a la atmósfera de las películas de Visconti. Queríamos reproducir meticulosamente la estética western usando la técnica adecuada. Teníamos lentes que ya no se usan y que fueron difíciles de encontrar, pero evocan una imagen similar a los 35 mm. El contraste entre los puntos de luz y de oscuridad era muy importante y suponía evocar el conocido como Spaghetti Western.

¿Cuál fue el elemento más importante para crear el concepto de la película?
La película adquiere la forma de una tragedia griega. También tiene todos sus elementos: lo divino, la culpa, la catástrofe. Y, lo más importante, el tema del amor es el más importante. Algunos han dicho que la película es misógina porque las mujeres no están presentes. Pero, en realidad, es su ausencia física lo que las hace tan importantes en la historia. La película es una declaración de amor, especialmente a mi pareja. Los personajes tienen una relación complicada con el amor y piensan en eso constantemente.  

(Traducción del inglés)