09/08/2021 - Una joven y carismática actriz protagoniza la nueva película de la directora francesa, que aborda el divorcio desde la perspectiva de una niña

(© Claire Nicol)

La directora francesa Axelle Ropert, que este año compite en el Festival de Locarno, presenta una película iniciática sensible y emotiva sobre una niña que debe enfrentarse al divorcio de sus queridos padres. Hablamos con la directora sobre el concepto y la inspiración de Petite Solange [+lee también:
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Cineuropa: ¿Por qué era importante para ti contar esta historia?
Axelle Ropert: Los divorcios siempre causan emociones fuertes. Hay varias películas sobre divorcios y cómo afectan a los adultos, pero hay muy pocas desde la perspectiva de los niños. Quería darles voz y centrarme en su dolor.  

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¿Te inspiraste en elementos autobiográficos?
No estoy contando mi historia. Aunque también soy hija de padres divorciados, mi idea no era transformar mi experiencia en película. Tomo distancia de ello y encuentro un nuevo enfoque.  

¿Cómo decidiste la clase y el contexto social en el que vive la familia?
Esto es muy interesante porque me enfrenté a un gran cliché. Cuando dije que quería ambientar la película en una familia de clase alta, me decían que no sería creíble porque no parece haber sufrimiento en esa clase social. Me enfadé mucho, pero tuve que reaccionar ante ello porque, de lo contrario, hubiera sido difícil conseguir financiación para el proyecto. Sin embargo, no quería elegir a una familia de clase trabajadora y elegí la clase media. Para mí, era importante que la familia no tuviera que enfrentase a problemas materiales además del divorcio. Quería centrarme en los aspectos emocionales.  

¿Cómo encontraste a la actriz que interpreta el papel de Solange?
Al principio, pensaba que una actriz tan joven tenía que ser muy natural porque no quería darle un estilo documental a la película. Pero Jade Springer tenía un carisma particular y encontró fácilmente su camino hacia el personaje.    

¿Cómo trabajasteis juntas para preparar su papel?
No me gusta torturar a los actores y hacerles hacer trescientas tomas para una escena. Prefiero un enfoque más fino y sutil. Pienso en la película como una partitura y dispongo a los actores en ella. Deben estar cantando, sin presiones y de la forma más natural posible. Concibo cada escena como una canción.  

Parece que los padres de Solange no comprenden a su hija, incluso al final. Intentan protegerla de algo, pero no saben exactamente de qué.
Quería que la película fuese tierna y cruel a partes iguales. Es muy cruel porque muestra algunas de las partes más duras de la vida. Duele mucho más el ataque de alguien a quien quieres. Los padres en la historia son muy buenos, pero hieren mucho a su hija.  

¿Cuáles fueron los principales desafíos de la película?
Antes del rodaje, me enfrenté a los prejuicios de que mi película sería un melodrama. En Francia, existe desconfianza hacia las películas que te hacen llorar. Muchos argumentaron que habría algo vulgar en una historia emotiva y sentimental. Otra idea del exterior era que sería una historia muy simple. Pero eso es exactamente lo que yo quería. Creo que las emociones se transmiten con sencillez. Lo mismo ocurre con las canciones. Las canciones más simples transmiten las emociones más fuertes.  

¿Cómo desarrollaste el concepto visual?
La forma es muy importante para mí. Tuve que visualizar cada escena y la película como una melodía o un panorama general. Para cada escena, presto atención al decorado, al vínculo con el espacio y a todos los detalles que deben aparecer y a los que deben permanecer más enigmáticos.

(Traducción del inglés)