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CANNES 2021 Un Certain Regard

Laura Wandel • Directora de Un pequeño mundo

"Me parecía interesante partir del punto de vista del testigo que se debate entre un lado y otro"

por 

- CANNES 2021: La cineasta belga detalla el método inmersivo que dio forma a su notable e intenso primer largometraje, presentado en Un Certain Regard

Laura Wandel  • Directora de Un pequeño mundo

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, el primer largometraje de Laura Wandel, es una historia conmovedora, sutil e incisiva sobre el acoso escolar, grabada desde el punto de vista de los niños. La película ha impresionado al programa Un Certain Regard del 74º Festival de Cannes.

Cineuropa: Un pequeño mundo está grabada literalmente desde el punto de vista de los niños. ¿Esta intención visual estuvo presente desde el principio del proyecto?
Laura Wandel: Al principio, tuve la intuición de permanecer solamente en el punto de vista de los niños. Suelo partir de un lugar que quiero explorar, o donde quiero meter mi cámara. Ese lugar es el colegio y, en particular, el patio del recreo, una de las primeras veces donde el niño entra en contacto con la sociedad, fuera del ámbito familiar: se enfrenta a un nuevo microcosmos con una necesidad de integración y una necesidad de reconocimiento de sus pares. Yo sentía que había un terreno ficcional muy interesante. A continuación, se me ocurrió la idea de los hermanos: poner a estos hermanos en el seno de esta nueva comunidad y cómo van a resultar heridos por esta necesidad de integración y de reconocimiento. El patio del recreo es, quizás, el lugar donde se aprende la violencia, pero también los nuevos códigos sociales de este microcosmos. Y Nora, la niña protagonista, va a aprender a hacer malabares con todo eso.

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¿Qué investigaciones hiciste para conseguir una historia tan realista?
Observé patios de colegios durante varios meses. Lo primordial era informarse de cómo son en la actualidad, aunque, en realidad, son más o menos los mismos juegos que en mi época. En general, en mi escritura, me gusta partir de la realidad para trabajar la ficción. También me reuní con muchos niños que me hablaron de sus experiencias en el colegio, con padres, profesores, directores de colegio; asistí a mediaciones, etc. Ha sido un trabajo gigantesco, casi documental al principio. 

¿Cómo has desarrollado la relación entre la hermana pequeña, que descubre la escuela, y su hermano mayor, que sufre acoso?
Me parecía interesante partir del punto de vista del testigo que se debate entre varias cosas, de una forma casi violenta. También era interesante que el hermano mayor fuese la víctima y ver hasta qué punto la mirada de la hermana pequeña, que al principio lo adora y lo adula, cambia poco a poco. Además, este hermano mayor no quiere que su hermana pequeña se exponga a eso. Y, para él, resulta violento el cambio en la mirada de su hermana pequeña: ya no es el hermano mayor protector; y también están esos problemas, esas violencias entre los dos.   

Más allá del acoso, tú también muestras la violencia de la integración social, la presión de querer ser aceptado.
Me gusta mucho que haya varios niveles de lectura en la historia, y quería que el personaje de Nora estuviera atrapado entre varias cosas. Esa necesidad de integrarse y de reconocimiento son universales: todos las necesitamos todo el tiempo. Los conflictos del mundo, ¡así es! Da igual que sea en el patio de un colegio o en otro lugar, siempre hay una noción de territorialidad en los conflictos. ¿Cómo tomar posiciones? Yo observé, por ejemplo, que los partidos de fútbol suelen ocupar mucho espacio en los patios y que los que no juegan, deben jugar en los márgenes, algo que crea violencia.

La película también pone el foco en el equipo docente, que suele tener buena voluntad, pero se le escapan muchas cosas.
Intenté no juzgarlo. Los adultos lo hacen lo mejor que pueden, pero están desbordados: no tienen tiempo. Uno de los problemas, inclusive por la violencia o el acoso, es que hay tantos aspectos y engranajes diferentes que llega un momento en que ni siquiera sabemos cómo empezó y eso puede cambiar muy rápido, evolucionar hacia otra cosa. Es imposible de seguir y los adultos no tienen tiempo porque hay muchos niños a los que ayudar, muchas historias diferentes. Estamos en una sociedad donde todo va muy rápido y no tenemos tiempo de intentar comprender las cosas y arrancar los problemas de raíz, aunque sean casi imposibles de detectar, pues eso va más allá de lo que ocurre en el patio del colegio: los niños también aportan lo que viven en casa. En este sentido, intenté añadir pequeños detalles en la película.

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(Traducción del francés)

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