29/06/2021 - La directora alemana ha aprovechado la ocasión para superar las inseguridades relacionadas con el coronavirus y hacer una película que las trata directamente

Annekatrin Hendel es una experimentada cineasta documental formada en la RDA. Comenzó trabajando como productora y luego se pasó a la dirección, realizando películas inspiradas en la historia de la posguerra en Alemania. Hendel forma parte de la campaña promocional Face to Face, impulsada este año por German Films. Hemos hablado con ella sobre su nueva película, Banished to Paradise [+lee también:
entrevista: Annekatrin Hendel
ficha de la película], que dirigió durante el primer confinamiento del coronavirus en marzo de 2020.

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Cineuropa: ¿Cómo surge la película?
Annekatrin Hendel: La idea surgió de forma totalmente espontánea, dos días antes del primer confinamiento, en marzo de 2020. Estaba desesperada porque tenía la sensación de que la pandemia iba a durar mucho tiempo. Estaba de mal humor, aunque mi familia era más positiva. Cuando dije que iba a hacer una película, no me creyeron, pero me lo permitieron porque mi ánimo mejoraba cuando trabajaba con la cámara y el smartphone. Empecé lo antes posible e inmediatamente encontré una cadena de televisión que estaba interesada.

En tu nueva película, eres una de las protagonistas. ¿Cómo fue esta experiencia?
Cuando hago películas, normalmente trato historias problemáticas. Quiero que las personas se muestren como son y que revelen algo sobre sí mismas. Si espero eso de mis protagonistas, también tengo que estar dispuesta a hacerlo yo misma. Aun así, Banished to Paradise no es la primera película personal que hago. Una de mis películas más íntimas y alegres sobre la muerte es Five Stars [+lee también:
tráiler
ficha de la película] [2017], centrada en la muerte de mi mejor amiga.

¿El coronavirus se convirtió en una fuente de presión adicional para ti?
Mi pareja, que trabaja como operador de cámara, ya sentía bastante presión, pero nuestros hijos estaban tranquilos. Yo estaba muy preocupada como jefa de una productora, donde tuvimos que paralizar todo inmediatamente. No pudimos firmar algunos contratos y se suspendieron los rodajes. Tenía mucho miedo por lo que podía ocurrir con mi medio de vida. Como resultado de esa presión, pensé: "Tengo que hacer esta película ahora, porque podría ser la última". Ese era mi miedo, y por eso quería hacer un documental al respecto.

¿Cómo encuentras normalmente a tus protagonistas?
Realmente llevan ahí mucho tiempo, y todos son muy personales. Nunca he hecho una película que no estuviera basada en una experiencia personal o en una relación con el protagonista. La razón por la que hago cine tiene que ver con mis orígenes. Vengo de la RDA y nunca vi películas que tuvieran algo que ver con la realidad, o la actitud ante la vida, tal y como yo la experimentaba en ese contexto. En todas mis películas, sé muy bien cuál es el punto de partida: llevo a cabo una investigación exhaustiva, normalmente durante varios años. Siempre estoy muy preparada. En comparación, Banished to Paradise es bastante diferente porque no he hecho ninguna investigación. Por lo tanto, se trata de una película excepcional dentro de mi filmografía.

¿Cómo desarrollas el concepto visual de cada película?
Cada película requiere una reinvención completa. Creo que cada historia necesita su propio enfoque. No me guío por un esquema fijo, porque eso me aburriría. En Anderson [2014], sobre Sascha Anderson, recreé la famosa cocina del protagonista en Berlín Este mediante un decorado dentro de un gran estudio. Era una recreación a través de la escenografía, algo muy específico que no sería práctico para otra película. Cada película necesita su propio punto de vista y concepto visual.

¿Tienes referentes cinematográficos que hayan sido una influencia para ti?
La verdad es que no. Había muy buenos cineastas en la RDA que me gustaban, pero no tienen nada que ver conmigo. No me permitieron estudiar, por eso soy autodidacta. Por supuesto, me gusta ver películas. También soy una gran admiradora de Fassbinder, e hice una película sobre esta leyenda, pero no es mi referente cinematográfico. Sin embargo, me impresionó porque es el cineasta alemán cuya obra ha contado la historia de la posguerra en Alemania casi a la perfección y de forma muy compleja a lo largo de 44 películas y series. En ese sentido, quizás sea un modelo a seguir, ya que no separó los hechos, ni la historia, de su contexto. Se permitió adoptar un punto de vista socialmente preciso y subjetivo. Eso es exactamente lo que quiero, salvo que para mí se trata de la historia reciente de Alemania.

¿Qué cambios te gustaría ver en Alemania relacionados con la promoción y la financiación de cine?
Me gustaría que hubiera más flexibilidad, sobre todo para los documentales. Por ejemplo, no se puede empezar a rodar antes de haber solicitado financiación. Eso no tiene sentido para un documental.

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(Traducción del inglés)