17/03/2021 - BERLINALE 2021: Entrevistamos al equipo tras la película rodada en Bielorrusia, incluso durante las protestas que dominaron el país después de las elecciones presidenciales del año pasado

Aliaksei Paluyan (izquierda) y Jörn Möllenkamp

Cineuropa ha hablado con los directores de Courage [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Aliaksei Paluyan y Jörn Mö…
ficha de la película], la película proyectada en la sección Special de la Berlinale, grabada en Bielorrusia durante las acaloradas protestas que se extendieron por el país después de las elecciones presidenciales del verano de 2020. La película ha sido dirigida por Aliaksei Paluyan, nacido en Bielorrusia y graduado de la Kunsthochschule Kassel, y producida por Jörn Möllenkamp, a través de su compañía Living Pictures Production.

Cineuropa: ¿Dónde estás ahora? ¿Estás a salvo?
Aliaksei Paluyan: Sí, estoy a salvo. Estoy en Kassel, Alemania, desde septiembre de 2020.

¿Y los protagonistas, los actores del Belarus Free Theatre? Por lo que he oído, el régimen de Lukashenko reprime constantemente a la oposición y a los artistas independientes.
A.P.: Honestamente, creo que es cuestión de tiempo. La represión está tan extendida que no nos sorprendería. Ya está ocurriendo, en cierta forma. Pavel y Denis también tienen una banda, y el 13 de febrero, fueron arrestados después de un concierto, junto con su público. Encarcelaron a unas 70 personas, y Pavel y Denis fueron liberados dos semanas después. Y eso es sólo un ejemplo de lo imposible y absurda que es la situación en Bielorrusia.  

Tú empezaste a grabar el documental un tiempo antes de las protestas. El régimen de Lukashenko ha durado mucho tiempo, ¿esperabas que las manifestaciones contra él formasen parte de la película?
A. P.: Empezamos a grabar Courage en diciembre de 2018, y desde entonces, hemos estado observando a nuestros protagonistas. Por supuesto, las protestas de 2020 cambiaron la estructura de la película. No nos sorprendió; sin embargo, esperábamos que la escalada de la situación política ocurriese más tarde, en 2021 por ejemplo, debido al proceso de integración con Rusia. Pero el coronavirus y las elecciones de 2020 aceleraron las protestas, y el verano de 2020 cambió por completo la realidad bielorrusa, así como las vidas de los tres protagonistas.

Pero el Belarus Free Theatre está implicado en política desde antes de las protestas, ¿verdad?
A. P.: Sí, desde siempre. Denis, Marina y Pavel fundaron el teatro hace casi 16 años, y no es nada nuevo para ellos. Denis dejó el grupo en 2017, pero sigue haciendo arte de otras formas.

En las escenas grabadas durante las protestas, la cámara está justo en medio de la acción; ¿cómo trabajaste en condiciones tan peligrosas e impredecibles?
A. P.: Empezamos el proyecto con el director de fotografía alemán Jesse Mazuch, que trabajó, por ejemplo, con Sergei Loznitsa en Austerlitz [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], entre otros documentales. Él tiene su propio estilo, muy “de Berlín”. Después, trabajamos con Tanya Haurylchyk. Sabíamos que las condiciones serían duras, y necesitábamos a una persona local, que hablara el idioma y conociera los matices. Estábamos preparados para el rodaje, pero no éramos ingenuos, sabíamos que podíamos ser arrestados. Conseguimos una cámara especial y pequeña, por si acaso. En cuanto al proceso, intentamos ser invisibles. Fuimos a todos los “puntos calientes” a grabar material, y tuvimos mucha suerte.

Jörn Möllenkamp: Fue una locura. Aliaksei habló conmigo durante el rodaje y me dijo que la cámara podía romperse y desaparecer. Le dije que se olvidara de la cámara y se centrara en sobrevivir. En dos o tres ocasiones, fueron sorprendidos por la policía, que intentó obligarlos a subir a las furgonetas. Pasé muchas noches en vela porque me sentía responsable del equipo.

¿Crees que Courage cambiará algo o ayudará a los manifestantes de alguna manera?
A. P.: No quiero parecer romántico o ingenuo, pero espero que cambie algo. Es una de las razones por las que hice esta película.

J. M.: Con esta película, podemos dar voz a un país que está siendo silenciado en este momento. El régimen está expulsando a periodistas extranjeros, mientras encarcela a los locales. Con la proyección de la película en la Berlinale, al menos tenemos la oportunidad de atraer la atención hacia este tema, y así quizás cambiemos algo. Es escalofriante que ni en los medios alemanes veas “novedades” sobre Bielorrusia, sólo material “viejo” que la gente ya ha visto.

(Traducción del inglés)