05/03/2021 - BERLINALE 2021: El director alemán habló con nosotros sobre su estudio del encaprichamiento, presentado en Berlinale Special

(© Frank Lamm)

Cineuropa se conectó online para mantener una breve charla con Christian Schwochow, el director de Je Suis Karl [+lee también:
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ficha de la película], que se conectó desde su casa en Berlín. Su película, una propuesta germano-checa en la sección Berlinale Special de la Berlinale, es un estudio del encaprichamiento: de una persona y de una ideología que, como en la mayoría de los casos, no es lo que parecía de un principio. El título alude al lema Je suis Charlie que se acuñó tras la masacre en la redacción de Charlie Hebdo en 2015. La protagonista, Maxi (Luna Wedler), quien sobrevivió por casualidad al bombardeo de su casa, se enamora del carismático Karl (Jannis Niewöhne), quien oculta su conexión con la extrema derecha.

Cineuropa: Te has arriesgado mucho a la hora de hacer Je Suis Karl…
Christian Schwochow: ¿Te refieres a mi seguridad personal?

Más bien en cuanto a tu decisión de elegir a los actores principales sin que se conocieran en las audiciones. La película se basa en gran parte en la química entre ellos, así que fue un movimiento atrevido.
Creo que al hacer películas hay que tomar riesgos. El proceso de casting para mis películas siempre es diferente. En este caso, creía que Jannis era la persona perfecta para interpretar a Karl, pero me costó mucho más tiempo encontrar a la actriz perfecta para Maxi. De hecho, Luna fue mi primera opción, pero no quiso aceptar el papel. Organicé una gran audición, pero no encontré a nadie. Entonces mi director de fotografía, Frank Lamm, trabajó con Luna en una película y tuvieron una larga charla sobre mi forma de trabajar. Frank lo sabe mejor que nadie porque ha hecho todas mis películas. Luna dijo que tal vez había cometido un error al no venir a mi audición, así que Frank me llamó y me preguntó si todavía estaba interesado en hacerle un casting. Lo estaba. Así que invite a Luna, que estaba en pleno rodaje, a reunirse conmigo durante el fin de semana. Jannis no pudo reunirse con nosotros entonces. A los dos minutos supe que Luna era la única que podía interpretar a Maxi y, aunque los dos [actores principales] nunca se habían conocido antes de las grabaciones, creo que ha salido bastante bien.

Hablando de sus antiguos colaboradores, tú y el coguionista de Je Suis Karl, Thomas Wendrich, también hicisteis una miniserie de televisión llamada NSU: Historia Alemana X, sobre una organización neonazi que mató a varias personas a principios y mediados de la década del 2000. ¿La historia de tu nueva película se basa de alguna manera en los hechos?
Je Suis Karl es un trabajo de ficción, pero está basado en la investigación. Después de hacer NSU, nos dimos cuenta de que había más material y de que hay un cambio en el movimiento de la extrema derecha, especialmente entre los jóvenes. Ya no son cabezas rapadas, que por supuesto siguen existiendo. Hay un nuevo grupo de jóvenes fascistas que están creciendo por toda Europa.

Cuando comenzamos a trabajar en la película, que fue hace cinco o seis años, la historia parecía entonces más ficticia. No podríamos imaginar que Trump llegara a ser presidente, que Gran Bretaña votaría por el Brexit o que Polonia retrocedería, como ha ocurrido recientemente. En Alemania tenemos un partido populista que se sienta en cada parlamento federal. No hace mucho, se produjeron los asesinatos de Hanau y también se conoció la historia de un oficial del ejército alemán que había empezado a construir una identidad falsa como emigrante sirio y planteaba atentados en nombre del islam. Finalmente, hace unas semanas, vimos imágenes del asalto al Capitolio en Washington D.C. Todo está en la película. No es nada que hayamos inventado.

También muestras la imagen sugerente, por así decirlo, del terrorismo actual. La organización en la película está formada por gente educada, inteligente y a la moda.
Creo que tenemos que tomarnos en serio esto de la extrema derecha y tenemos que entender por qué siempre vuelven y siempre han tenido éxito. Si se les ofrece un hogar, algo fascinante, crean un estilo de vida totalmente nuevo y aventurero. Fíjate en las acciones del movimiento identitario: se trata de ir a las montañas de hacer retroceder a los inmigrantes, lo cual es un acto de violencia, pero lo venden como un estilo de vida, como una especie de evento religioso para los jóvenes. Además, estos grupos tienen obras de arte y música, lo que se supone que es muy guay. Así que, hoy en día, esta gente se parece más a los hípster que a los rituales fascistas, y esto es lo que los hace fascinantes y atractivos para los jóvenes, que muy a menudo no diferencian la verdadera izquierda política de la derecha.

(Traducción del inglés por Eva Martínez)