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BLACK NIGHTS 2020 Competición Películas bálticas

Veiko Õunpuu • Director de The Last Ones

"Ojalá pudieramos volver a un tipo de animismo en nuestro pensamiento"

por 

- Hemos hablado con el director estonio Veiko Õunpuu, cuya The Last Ones habla sobre las personas de la clase más baja de la sociedad... y Roxette

Veiko Õunpuu • Director de The Last Ones

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entrevista: Veiko Õunpuu
ficha de la película
]
, de Veiko Õunpuu, muestra Laponia desde la perspectiva de un pequeño pueblo minero y sus habitantes, que cantan sus preocupaciones en un bar con karaoke, con la ayuda de algunos de los mejores actores finlandeses, entre los que se encuentran Laura Birn, que interpreta a la belleza local Riitta, o Tommi Korpela en uno de sus mejores papeles hasta la fecha, según el director. La película ha sido nombrada Mejor largometraje del cine báltico en el Festival Black Nights de Tallín (ver las noticias).

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Cineuropa: Si existe un lugar que permita representar la mitología del western es Laponia. ¿Por qué quisiste mostrar este lugar e incluirlo en la historia?
Veiko Õunpuu: Quería que el paisaje surgiera en la película como un mundo en sí mismo, casi sagrado en su total simplicidad, como la tierra para los Hopi. Algo que puedes pisar pero que no debes intervenir ni molestar de ninguna manera. Laponia, con sus vistas abiertas, era perfecta para eso. 

Muestras las vidas de las personas en dos mitades: el trabajo y la noche de embriaguez en el bar. ¿Por qué quisiste hablar de los mineros? Como ha demostrado la situación en Silesia, Polonia, es una profesión moribunda.
Creo que la película no trata tanto de los mineros sino de las personas de los estratos más bajos de la sociedad, que son explotadas para el beneficio de otras personas, aunque el “beneficio” en sí mismo pueda ser un vago objeto de deseo en una mente ilusoria que quiere controlar y dominar a todos. Lo interesante es cómo la mente ilusoria es capaz de manipular a otros para que la sigan, respeten y deseen. 

En una entrevista anterior mencionaste que amas a los actores, y aquí has reunido a algunas caras conocidas del cine finlandés. ¿Podrías decirnos cómo es trabajar con Tommi Korpela? Aquí interpreta a un personaje muy interesante.
Tommi interpreta a un sociópata que es carismático y está completamente perdido. Como la película entera es una metáfora, que podía leerse con facilidad y ser rechazada por su simpleza, yo quería poner una cortina de humo en torno al tema central con una “textura” elaborada de momentos consistentes, gestos involuntarios, discurso naturalista, etc., que tuvimos que improvisar para crear el efecto deseado. También intenté ocultar los “arcos” de los personajes de los actores para que parecieran más volátiles. Tommi y Laura [Birn] llevaron el método a otro nivel, aunque a veces era difícil. Y Tommi logró uno de sus mejores papeles cinematográficos. 

Ese conflicto de “vender o no vender” [que enfrenta uno de los personajes] es un argumento frecuente en películas actuales. ¿Dirías que es algo a lo que se enfrentan muchas personas puesto que la riqueza se valora más que, por ejemplo, la tradición?
Aquí hay más cosas en juego además de la tradición. La tradición en sí misma no significa nada más que una especie de hábito. Pero si perdemos todas las formas de vida tradicional que vemos en el planeta como organismo vivo y damos valor a algo tan inerte en apariencia como el mundo mineral, será el fin de nuestra especie. Tengo este deseo utópico de que podamos volver a una especie de animismo en nuestra forma de pensar y ver todo lo que existe como algo sagrado y venerado. De esta manera, viviríamos en un planeta completamente distinto, en una sociedad distinta.

En la película se dice: “Estos son los momentos en los que los hombres finlandeses no se rinden”. ¿Intentabas hablar de la “finlandad”? ¿Qué opinas? ¿Esa perspectiva pone a las personas a la defensiva, como cuando Holanda habla de la República Checa?
Lo único que yo quería conseguir con esa frase era mostrar que un sentimiento nacionalista puede usarse con facilidad para manipular a las personas. No estoy diciendo que uno no pueda querer a su país o ser un miembro orgulloso de su nación. Siendo estonio y descendiente de personas que perdieron su país en la Unión Soviética mientras los finlandeses los desafiaron y lucharon por el suyo, me hace sentir envidia y respeto hacia los finlandeses. La broma en la película no se basa en los finlandeses ni en su orgullo del “sisu” [un concepto finlandés que describe una determinación estoica, tenacidad o valentía], sino en el Pescador [el seudónimo del personaje de Korpela], cuya brújula moral disfuncional le permite llevar a cabo ese truco, entre otras cosas.

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(Traducción del inglés)

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