30/10/2020 - Hemos hablado con el director de Eternal Jožo, Jan Gogola Jr., sobre encontrar un lado espiritual a una estrella pop

El director Jan Gogola Jr. (derecha) con Jožo Ráž (© Ladislav Cmíral)

El “retrato de situación” Eternal Jožo [+lee también:
tráiler
entrevista: Jan Gogola Jr.
ficha de la película], de Jan Gogola Jr., que se ha estrenado a nivel mundial en la sección Czech Joy del Festival Internacional de Documentales de Ji.hlava, trata sobre Jožo Ráž, el cantante eslovaco y cofundador del popular grupo Elán. El documental recoge los éxitos y fracasos del pasado, entre ellos el accidente que le provocó lesiones graves, pero sobre todo recoge su búsqueda de Dios y su amor por los pitufos.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Cineuropa: Ya sabemos que cualquier checo o eslovaco sabe quién es Jožo Ráž, pero ¿quién es para ti, personalmente? Lo digo porque le provocas algún que otro momento incómodo en la película.
Jan Gogola Jr.: Siempre que trabajo, trato de sacar a la luz algo que el público no sepa. Es decir, quiero que mis películas den visibilidad a algo que, por lo menos hasta el momento, era invisible. Cuando pensamos en los músicos, solemos olvidarnos de su lado espiritual. Quería centrarme principalmente en la “metafísica civil”, es decir, en todos aquellos temas tan importantes como la muerte, Dios, la religión o el misticismo. Pero no quería hablar de todo eso con un filósofo o un monje, sino con una estrella del pop. El filósofo francés Gilles Deleuze dijo una vez que quería dejar atrás este constante contexto académico, y eso es justo lo que yo también tenía pensado hacer. En cuanto a Jožo, todos sabemos que su grupo, Elán, ha sido el más importante de la República Eslovaca, y creo que este documental podría resultar interesante para el resto de miembros del grupo o para sus fans. Escucharlo hablando de estas cosas pillará por sorpresa a todo el mundo.

A pesar de que no es algo fácil, se nota que no tiene problema en hablar de estas cosas. En una de las escenas, dice: “El tiempo no existe”, a lo que añade: “Pero tenemos que ir a la entrega de premios”. ¿Crees que está solo en esta búsqueda?
Vivimos en un solo momento, siempre. Es un tópico, pero él lo sabe. Es normal que se sienta solo porque es una estrella del pop y, a la vez, una persona muy polémica, y todo ello le distancia de la sociedad. En cierto modo, nuestra película constituye un intento de ofrecerle un amigo, quería convertirme en alguien cercano a él. Una vez, fui a llevarle un vaso de chocolate caliente porque sabía que le traía recuerdos de su madre, y cuando llegué a su despacho, su secretaria nos había traído un vaso de chocolate caliente también. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que está solo, pero al mismo tiempo, no lo está.

Otra de las situaciones en las que lo incomodas es cuando, refiriéndote a su pasado, le preguntas por qué nunca habló de lo que estaba ocurriendo a nivel político en el país, a lo que te responde: “Hablé sobre ello en mis canciones”
En la película, se puede observar cómo no tiene problema en abrirse sobre temas íntimos como el de su madre, por ejemplo. Es capaz de reconocer su ego con humor. Nunca tuve la intención de hacer una película biográfica, sino de mostrarle haciendo frente a todas esas situaciones inesperadas y de demostrar a la gente que Jožo vive lo que predica.

En lo que respecta a sus posturas polémicas, él solía decir que durante el régimen comunista, incluso antes de 1989, se vivía mejor. Para mí, es un disparate, pero lo importante es que hablábamos de estas cosas. Al final, dijo que estaba en contra de la violencia, y todos nos quedamos aliviados. Dudábamos sobre su postura respecto a la violencia también porque solía apoyar al ex primer ministro Vladimír Mečiar, responsable del secuestro del hijo del ex presidente [Michal Kováč]. Le pregunté: “Jožo, ¿cómo puede alguien organizar el secuestro del hijo de su oponente político?”. Me contestó que no estaba de acuerdo con aquella decisión, cosa que nunca le habíamos oído decir antes. Esto demuestra que, incluso en nuestra sociedad rota, aún podemos hablar entre nosotros.

No tiene teléfono móvil ni tarjeta de crédito. ¡Ni siquiera contesta al teléfono en su despacho! Parece que no le gustan todas estos aparatos, así que la idea de tener una cámara siguiéndole a todas partes no debe haberle hecho mucha gracia.
He de decir que, al principio, rechazó la idea de hacer el documental, pero yo le expliqué que, si accedía a hacer la película, tendría la oportunidad de mostrarle al público cómo piensa en Dios, cómo ve el universo, cómo la nada lo es todo y el todo no es nada, y todas esas cosas de gran importancia. De este modo, todos y cada uno de nosotros hemos podido ver que somos capaces de adoptar cierta espiritualidad en nuestras vidas.

Hace años, le entrevisté para una revista con mi amigo, y lo hicimos utilizando únicamente las letras de las canciones de Elán, lo cual le gustó mucho. Recuerdo que el tiempo se nos pasó volando, y se convirtió en el comienzo de nuestra relación, supongo. Se dio cuenta de que, para mí, la filosofía de sus canciones y su grupo es realmente importante. Así que, ya desde hace años, teníamos esa relación cercana el uno con el otro.

(Traducción del inglés por Jaume Joan Buforn Baldó)