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BERLINALE 2020 Competición

Christian Petzold • Director de Ondina

"Undine existe solo a través de los hombres, y eso es una maldición horrenda"

por 

- BERLINALE 2020: Hemos entrevistado a Christian Petzold, director de Ondina, presentada a competición en la Berlinale de este año

Christian Petzold  • Director de Ondina
(© Marco Krüger/Schramm Film)

Hemos hablado con el realizador alemán Christian Petzold, cuya última película, Ondina [+lee también:
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, ha formado parte de la competición oficial de la Berlinale este año. El director ofrece su propia interpretación del mito de la ninfa acuática Ondina, obligada a matar a todos los hombres que le son infieles a causa de una maldición. Los protagonistas de la cinta son Paula Beer y Franz Rogowski, que repiten juntos después de En tránsito [+lee también:
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, presentada en la competición de Berlín en el año 2018.

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Cineuropa: Te inspiraste en el relato Undine, de Friedrich de la Motte Fouqué. ¿Qué significa esta historia para ti?
Christian Petzold:
Estudié literatura y he leído mucho en mi vida. Cuando tuve hijos volví a leer cuentos de hadas, entre ellos la historia de La Sirenita. Al mismo tiempo, descubrí un libro de Peter von Matt sobre las traiciones amorosas en la literatura, donde había un capítulo dedicado a la criatura acuática Undine. En el libro se cita la maravillosa frase: "Lo lloré hasta la muerte". Undine ve al hombre que la traicionó y lo envuelve en una burbuja de agua hasta que este cae al suelo y muere.

Ondina también me hizo pensar en la relación entre directores y actrices, así como en la relación entre musas y artistas. ¿No es una especie de traición perpetua a todas las undines del mundo? Al final los hombres lo dominan todo. Undine no sale victoriosa de esta historia, debe volver al agua y esperar a que llegue el siguiente hombre. Undine existe solo a través de los hombres, y eso es una maldición horrible. Nuestra historia tiene como objetivo explorar una versión de Undine que lucha precisamente contra esto, hasta que aparece un hombre que interfiere con la maldición. Por primera vez, se trata de un hombre inocente, uno que la ama de verdad y no pretende dominarla. Esta situación es nueva para ella, lo que parece abrir un camino hacia un mundo nuevo.

¿Por qué decidiste que la protagonista interpretase a una guía de la ciudad?
Empecé escribiendo una historia corta sobre Undine, en la que ella trabajaba en un museo de arte moderno. La película tomó una forma más concreta al final del rodaje de En tránsito. Me daba mucha pena terminar la película y pensar en separarme de los actores, así que pensé en ofrecerles algo parecido a una segunda parte de su historia de amor. Al final de En tránsito, la mujer desaparecía en el agua, así que en esta ocasión me interesaba que volviese a salir de ella y que él entrase a buscarla. Cuando se lo estaba describiendo a los actores, pensé en los modelos de ciudades en miniatura que había visto en el museo de Berlín. Creo que es una decisión muy apropiada, ya que Berlín es una ciudad fundada sobre el agua.

¿Qué es lo que más te gusta de Paula Beer y Franz Rogowski?
Antes de rodar En tránsito no los conocía. Y ellos tampoco se conocían. Desde el primer momento en que se vieron en Marsella conectaron inmediatamente. Parecían dos bailarines, acercándose mucho pero manteniendo cierta distancia, como en el tango, lo que demuestra el respeto que tienen el uno por el otro. Durante el rodaje disfruté cada día con ellos.

Ondina es una historia de amor, pero decidiste no mostrar ninguna escena sexual explícita...
No me gustan las escenas de sexo. No recuerdo ninguna buena escena de sexo en el cine, a parte de Amenaza en la sombra, de Nicolas Roeg. Normalmente tenemos sexo en la oscuridad, pero en el cine encendemos la luz para poder ver algo. Creo que en las escenas de sexo siempre se hace evidente la presencia del director. Estas escenas pertenecen a los personajes, no me interesa hacer algo para entretener al espectador. En Undine, los protagonistas se besan debajo de las mantas, como si estuviesen sumergiéndose en el agua, hundiéndose hacia el orgasmo.

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(Traducción del inglés)

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