26/02/2020 - BERLINALE 2020: Hemos entrevistado a la belga Paloma Sermon Daï, que presenta en el Forum de la Berlinale su primer largometraje, el documental Petit Samedi

Hablamos con la joven directora belga Paloma Sermon Daï, que presenta en el Forum de la 70ª edición de la Berlinale su segunda película y primer largometraje, el documental Petit Samedi [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Paloma Sermon Daï
ficha de la película], que trata el tema de la adicción a través de la relación intensa y conmovedora que une a una madre soltera y a su hijo toxicómano, hacia una posible curación.

Cineuropa: ¿Por qué decidiste tratar este tema tan íntimo?
Paloma Sermon Daï: Yo soy de Sclayn, la ciudad donde se grabó la película. Creo que tengo muchas cosas que decir sobre mi lugar de origen y sobre temas que conozco bien, por eso me decanté desde el principio por el cine documental. En 2018, mi hermano Damien no estaba bien, intentaba curarse pero le costaba encontrar la forma de hacerlo. Yo quería tomar todo eso como si fuese un gran bloque de arcilla y decir: “Con todo este barro, vamos a hacer una estatua”. Me di cuenta de que cuando grababa a Damien solo, había una coraza mucho más dura que cuando estaba acompañado de mi madre. Al principio, me había imaginado sainetes grotescos que dieran ritmo a la película pero al final, su relación era tan auténtica que descarté la idea. Es como en la cocina: cuando se tienen buenos productos, no hace falta añadir demasiados ingredientes porque se pierden los sabores.  

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¿Cómo convenciste a tu familia de que confiaran en ti?
La primera vez que hablé del tema con Damien, él ya estaba dispuesto ayudar a los demás. Que las personas adictas puedan decir: “No estoy solo”. Como dice mi madre en la película, todas las familias tienen problemas, de una manera u otra. Y a pesar de todo, las personas que tienen adicciones como Damien rara vez se curan. Hay muchos amigos que murieron muy jóvenes porque no tenían la misma fuerza vital o un entorno que los apoye. Él quería hablar.

Al principio, es una película sobre Damien pero después aparece otro personaje: tu madre…
Mi madre está muy pendiente de Damien, pero es una relación codependiente. Damien también está muy pendiente de mi madre y ella puede contar con él. Me alegro de haber abordado el tema de la adicción a través de una relación madre-hijo, que es algo diferente, también en el formato. Al final, es una historia de amor filial y maternal, una película sobre lo que significa ser madre y ser hijo. Si Damien no hubiese querido a su madre, hubiera perdido el control. En ella tiene un punto de anclaje, una razón para mantener la cabeza fuera del agua y seguir siendo una persona respetable.

A lo largo de la película, la cámara se acerca cada vez más a los protagonistas.
En las escenas del principio, las de la habitación con Damien, cuando él se inyecta, la idea era hablar de ello sin hablar, mostrarlo sin mostrarlo. Había que encontrar una mirada justa. No hubiera aportado nada a la película ser frontal con él en estos momentos oscuros donde él se hace daño a sí mismo. Después, estas conversaciones nos hicieron querer acercarnos cada vez más a sus emociones, pues sentíamos que podíamos hacerlo. Sin embargo, era una película muy estática y nosotros queríamos ser cada vez más íntimos. Esta proximidad también lleva al espectador a preguntarse qué habría hecho.  

Aunque la película se centra en la relación entre Damien y su madre, el entorno está muy presente.
Los pequeños pueblos valones como el de la película están un poco marginados. Si Damien creció así, también tiene que ver con el entorno. Formó parte de una banda de jóvenes que dieron los 400 golpes. Niños perdidos abandonados a su suerte. Afortunadamente, Damien tenía la estructura de su familia como refugio pero tuvo una juventud complicada.

(Traducción del francés)