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ZÚRICH 2019

Alina Rudnitskaya • Directora de School of Seduction

"Esta historia va sobre mí"

por 

- Cineuropa habló con Alina Rudnitskaya, la directora de School of Seduction, sobre lo que significa ser una mujer en la Rusia de Putin, o incluso en cualquier parte del mundo

Alina Rudnitskaya  • Directora de School of Seduction

Recientemente presentada en la Competición de Documentales Internacionales en el Festival de Cine de Zúrich, la perturbadora School of Seduction [+lee también:
entrevista: Alina Rudnitskaya
ficha de la película
]
de Alina Rudnitskaya sigue los pasos, en tacones altos con medias de rejilla, de su corto Bitch Academy. Muestra a tres mujeres distintas aprendiendo a poner a los hombres a sus pies en un taller más bien inusual.

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Cineuropa: ¿Cómo descubriste esta “escuela”? ¿Hay más lugares como este en Rusia?
Alina Rudnitskaya:
Empecé este proyecto hace diez años, quería hacer películas para mujeres. Era una época en que todo el mundo estaba intentando aprender cómo ser “una zorra”: esa mujer exitosa, poderosa. Así descubrí la conocida como “Bitch Academy” (Academia Zorra). Empecé a asistir y a hablar con las profesoras, y en 2007 hice un corto sobre ella. Tuvo éxito en festivales de cine y en todas partes la gente me preguntaba por estas mujeres: ¿cómo es su vida ahora? Sugerí que deberíamos continuar. Acordamos que si algo importante acontecía en sus vidas me llamarían.

También decidiste darle un giro político añadiendo citas del Presidente Putin, a quien según parece también le gusta hablar de las mujeres, moldeando como mucha gente piensa sobre los roles de género.
Acabé por terminar la película en Dinamarca y a la gente le costaba entender el contexto de esta historia. “¿por qué van a estas clases? ¿por qué se comportan así?”. No entendían la razón, y la razón es que Rusia es aún un país patriarcal en el que los hombres son lo primero. Tener éxito para una mujer significa tener un marido rico. Es muy importante. Tu estatus depende del de tu marido. Mi idea fue que Putin representara este punto de vista. Empezamos a buscar cualquier cosa que hubiese dicho sobre las mujeres y sí, descubrimos que habla de ellas mucho [se ríe]. ¡Nos sorprendió!

Escogiste a mujeres muy diferentes, pero también muestras a sus compañeros. Teniendo en cuenta que algunas de las situaciones emocionales en las que se encuentran son complicadas, ¿no tuvieron problema con ello?
¿Quizás confiaron en mí? Uno de los personajes me contó sus problemas con su madre y que se había enamorado de un hombre casado. Le pregunté “¿podemos mostrar esto?”. Realmente no sé qué le dijo y por qué aceptó hacerlo. Quizás en ese momento él ya había tomado su decisión. Forjamos una conexión real con todas estas mujeres, las considero amigas.

Cuando se trata de las clases en sí, ¿qué te pareció más perturbador? Me quedé en shock de que se pasearan en ropa interior, expuestas a la mirada de su “profesor”.
A mí también me sorprendió. Cuando empecé, era un momento en que Rusia también había empezado a cambiar. De repente, todos estos estereotipos y conductas soviéticas eran cosa del pasado. Era el principio del capitalismo y las mujeres se sentían perdidas. Estaban atrapadas en malos matrimonios o querían alcanzar nuevas metas. El hombre es psicólogo profesional, solía trabajar para la línea del 911 y dijo que mayormente son mujeres las que llaman, pidiendo ayuda. Confiaron en él y por eso hicieron todas esas cosas. Quizás pensaban “un hombre me dirá cómo debería lucir, qué debería hacer. Un hombre sabe qué es lo mejor”.

Las seguiste durante muchos años, sus vidas cambiaron tanto con el paso del tiempo, pero no pareces demasiado optimista.
Creo que si quieres cambiar tu vida, está bien que hagas algo al respecto. Y desde mi punto de vista, esta no es una historia sobre la escuela, es sobre la posición de la mujer en la sociedad. Estas mujeres dependen de hombres como niñas infantilizadas, o se les enseña a creer que lo son.

Si puedo preguntarte, ¿alguna vez te enfrentaste tú misma a este tipo de preocupación?
Sí, puedo decir que esta historia es sobre mí. Estas tres mujeres son yo. Di a luz a una edad relativamente tardía, pero intenté descubrir cómo ser feliz en Rusia, de qué forma conseguir ese fin. Porque en cuanto tienes un hijo pierdes tu trabajo, o cuando tienes trabajo no tienes tiempo para tu hijo o para la casa. Y los hombres no respetan eso, realmente. Quizás sea distinto para la generación más joven, pero así fue para nosotras.

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(Traducción del inglés por Angélica Ramos)

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