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VENECIA 2019 Competición

Václav Marhoul • Director de The Painted Bird

"Durante estos once años, tuve el mejor productor del mundo: Václav Marhoul”

por 

- VENECIA 2019: Hemos hablado con el director checo Václav Marhoul sobre su valiente y divisiva película a competición por el León de Oro, The Painted Bird

Václav Marhoul • Director de The Painted Bird

Václav Marhoul es el director que se atrevió a llegar donde sólo se adentraron Buñuel y Fellini, la novela bélica The Painted Bird [+lee también:
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tráiler
entrevista: Václav Marhoul
ficha de la película
]
, de Jerzy Kosiński, que compite en el Festival de Cine de Venecia, para quienes puedan soportarla.

Cineuropa: Cuando Lars Von Trier hizo Europa, una película con un estilo similar a The Painted Bird, dijo que “conscientemente la hizo parecer una obra maestra”. ¿Compartes este sentimiento?
Václav Marhoul: Para nada.

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La pregunta todavía parece válida, puesto que parece un clásico en la línea de La infancia de Iván o Ven y mira
…¡No te olvides de Andrei Rublev! ¿Sabes por qué? Porque me gustan mucho esas películas. Me gusta el cine clásico, no la televisión.

Por supuesto, las imágenes proceden de la novela de Jerzy Kosiński. ¿Cómo fuel el proceso de trasladarlas a la pantalla?
La primera mitad del libro es mejor que la segunda, que es un poco repetitiva. Cuando estaba preparando la adaptación, me preocupaba un poco eso, pero después recordé que el gran guionista Jean-Claude Carrière dijo: “Si quieres adaptar una novela, léela, y después tírala por la ventana. A continuación, utiliza sólo lo que recuerdes”. Tenía razón. Leí el libro, no una sino treinta veces, y después elegí las escenas que recordaba.

Te llevó 11 años hacer esta película. ¿Por qué tanto tiempo?
Me llevó dos años obtener los derechos. Mientras Kosiński estaba vivo, dejó “entrar” a dos directores en el libro: Fellini y Buñuel. Y ahora está muerto. Tardé ocho meses en encontrar los derechos en el Spertus Institute for Jewish Learning and Leadership, de Chicago. Para mi sorpresa, ellos me encontraron a mí. Tres hombres con corbatas de seda hechas a mano que debían costar lo mismo que un coche interrogaron a este checo, vestido con vaqueros y una camiseta, durante una hora y diez minutos. Al final, conseguí los derechos. Tardamos 14 meses en cerrar el trato. Después, nos llevó tres años y 17 versiones distintas hacer el guión. Y cuatro años para financiar la película. No fue fácil ir a los mercados de Cannes y Berlín y comentarles que quieres hacer una película bélica de tres horas de duración y en blanco y negro, sin diálogos en inglés. No es fácil. Después, dos años de grabación (cronológicamente, para que el niño creciera de forma natural). Y diez meses de postproducción. Pero durante estos 11 años, he tenido el mejor productor del mundo: Václav Marhoul. Me dijo “¡Olvídalo!” más de una vez.

¿Cómo te acercaste a la época y a la ambientación de la Segunda Guerra Mundial en Europa del Este?
Me dije que estaba haciendo una historia atemporal y universal, y no una historia bélica sobre el Holocausto, aunque haya escenas que lo demuestren. Esto podría ser ciencia ficción. Es una historia triste sobre nosotros. El mejor regalo de Kosiński es que nunca moraliza en el libro, así que yo tampoco lo hago.

En Venecia, hubo miembros del jurado que tuvieron que abandonar la sala de cine, y para darle un final a la historia, te enfrentaste a las caras más oscuras de la naturaleza humana. ¿Estás preparado para las opiniones contrarias?
No, estoy abierto. No estaba preparado para presentar la película en Venecia. La gente me pregunta si estoy nervioso o por qué no lo estoy, pero yo no me lo planteo. He hecho esto por instinto y con todo mi corazón.

Afortunadamente, el horror que vemos en la pantalla es el resultado de la actuación y de los efectos visuales. La crueldad hacia los animales es muy realista. ¿Cómo lo hiciste?
Con la ayuda de entrenadores muy buenos, que en ocasiones trabajaron durante meses. Más algunos efectos digitales.

¿Cómo conseguiste hacer la interpretación más malvada de Udo Kier?
A Udo le gustaban mucho dos escenas. La primera es la de la cuchara. La segunda es la de una frase del libro que no incluí en el guión: “El molinero, sentado delante de su casa, contempla una mosca seca pegada en la pared”. Udo vino y se quejó: “No encuentro la mosca en el guión. Tienes que incluirla. ¡Es importante para mi personaje!”. Hablé con los de atrezo para buscasen una mosca y la pusiesen en la pared. Udo lo hizo gracias a una mosca muerta.

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(Traducción del inglés)

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