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VENECIA 2019 Fuera de competición

Andrea Segre • Director de Il pianeta in mare

"Hice lo que los documentalistas hacemos: pedimos entrar en los lugares y quedarnos durante un periodo de tiempo demasiado largo"

por 

- VENECIA 2019: Hablamos con el director véneto Andrea Segre, cuyo Il pianeta in mare se proyecta fuera de competición en Venecia

Andrea Segre  • Director de Il pianeta in mare
(© Valeria Fioranti)

El director veneciano Andrea Segre reveló algunos aspectos de la realización de su último documental, Il pianeta in mare [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Andrea Segre
ficha de la película
]
, ambientado en Marghera y proyectado fuera de competencia en el 76º Festival de Venecia.

Cineuropa: Has elegido contar la historia de "el planeta industrial” de Marghera. ¿Por qué?
Andrea Segre: Creo que hay una especie de represión en Italia con respecto a estos lugares que son de importancia económica pero también existenciales. El miedo provocado, con razón, por las heridas de estos lugares ha eliminado la atención pública, política y humana. Sin embargo, esta falta de atención puede producir distorsiones muy graves. Quería dedicar una historia cinematográfica, no periodística, a la vida y los espacios existenciales de Marghera. Cuando encuentro algo que me intriga, y creo que lo sé, pero no he tenido experiencia directa, trato de descubrirlo a fondo y cruzar esa frontera. En este caso, entré en uno de los planetas industriales más importantes de Italia, además muy atractivo desde el punto de vista estético debido a la Laguna. Ha sido un viaje de locos.

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¿Cuáles son, en cambio, las esperanzas de la comunidad para el futuro?
Creo que hay principalmente dos desafíos enormes en Marghera. Por un lado, la capacidad de lograr una economía industrial sostenible, sin producir heridas: por ejemplo, promoviendo la conversión de la química en química verde, la conversión de petroquímicos en la llamada "petroquímica orgánica" y el uso de materias primas reciclables. Marghera puede convertirse en una de las capitales de esta transformación: una gran parte del área ya ha sido recuperada y otra gran parte demolida. Todavía queda trabajo por hacer, pero sobre todo hace falta una idea de proyecto. En este sentido, el desafío es lograr que la industria respete los cuerpos y la naturaleza. El otro gran desafío, en cambio, es la superación de la etnicización de los derechos, o más bien el desafío del multiculturalismo. Los extranjeros siempre han trabajado en Marghera: primero vinieron del campo, luego del sur y ahora de todo el mundo. Hay 67 nacionalidades diferentes y el objetivo es garantizar la igualdad de derechos para todos.

La película presenta un microcosmos variado de personajes, italianos y extranjeros, que viven en el corazón palpitante de la laguna. ¿Cómo seleccionaste los temas?
Fue una corazonada. Hice lo que hacemos los documentalistas: pedimos poder ingresar a los lugares y permanecer allí durante un tiempo inusual. Agradezco a Eni por darme una rara oportunidad, dadas las altas medidas de seguridad requeridas. En Marghera tuve un tiempo que yo describo oficialmente como "inútil": por inútil, me refiero al tiempo no acordado e impredecible, dedicado a esperar para encontrar los temas correctos. Escuché que detrás de esos ojos había algo interesante que contar. Lo fundamental era que no eran testigos importantes de la historia de Marghera, sino que eran seres humanos muy normales. Esto es el cine que más me gusta: contar algo sobre personas que no se definen como excepcionales, pero en las que podemos encontrar elementos excepcionales.

¿Cuánto duró el tiempo "inútil"?
Paseamos por Marghera de febrero a noviembre de 2018, con un período más intenso entre mayo y junio, cuando estuvimos allí un mes.

¿Cuáles fueron las referencias cinematográficas que han guiado tu dirección?
La película es parte de la tradición del documental narrativo, comenzando desde De Seta hasta llegar a Rosi: es un cine que suelo ver, escuchar y lo intento entender mucho. Esta es mi primera película en la que he probado una dirección completamente narrativa, es decir, en la que las personas actúan y no se detienen para hablar: sin entrevistas, por ejemplo. Además, en los últimos años, el documental narrativo ha alcanzado niveles muy altos en Italia. Pero me dije a mí mismo: en el pasado, el cine italiano ha contado mucho sobre el mundo industrial, solo piense en Olmi, De Seta, Ferrara, y hoy, durante el resurgimiento del documental, ¿nadie lo cuenta? Parece que hubo la misma eliminación que mencioné anteriormente, así que decidí contar esta realidad.

¿Alguna anticipación sobre tus nuevos proyectos?
Sigo manteniendo viva la relación entre ficción y documental, entrelazándolos cada vez más. Estoy escribiendo un guión que se desarrollará en Giudecca y que habla sobre las transformaciones de la ciudad de Venecia, en parte causadas por los flujos turísticos. Deberíamos poder filmar el proyecto pronto, creo que a principios de 2020.

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(Traducción del italiano por Alessandro Romano Sáez)

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