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ZÚRICH 2018

Julian Schnabel • Director

“Nunca quise subirme al carro de Van Gogh”

por 

- Cineuropa ha entrevistado al artista y director Julian Schnabel, cuya última película, At Eternity’s Gate, se centra en los últimos años de vida de Vincent Van Gogh

Julian Schnabel  • Director
(© Zurich Film Festival)

Después de Basquiat, Antes que anochezca, centrada en el poeta Cubano Reinaldo Arenas, La escafandra y la mariposa [+lee también:
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, el aclamado artista Julian Schnabel presenta su quinto largometraje, At Eternity’s Gate [+lee también:
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. La película se centra en los últimos años de vida de Vincent van Gogh, interpretado por el actor Willem Dafoe (que fue premiado este año en el Festival de Cine de Venecia), y ha sido proyectada posteriormente en el Festival de Cine de Zúrich.

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Cineuropa: Cuando se trata de Van Gogh, a todo el mundo le interesan los aspectos más extravagantes de su vida: los mitos, la oreja,... A ti no.
Julian Schnabel:
Algunos dicen que sufría este tipo de arrebatos porque siempre sujetaba el pincel con la boca, pero yo no lo creo. Después de ver Las bodas de Caná, la obra de Veronese, Van Gogh dijo: “Los colores en mis pinturas no provienen de la realidad, nacen de mi paleta”. Creo que se trata de decisiones conscientes que no tienen nada que ver con comer pintura o estar loco, eso sería demasiado fácil. Aún así, estoy convencido de que sufría de ansiedad. En algunos momentos no sabe lo que le está ocurriendo, y eso le asusta. ¿Alguna vez has probado el LSD?

La verdad es que no.
Bien hecho, es algo muy peligroso. Yo lo probé cuando era joven. Lo que ocurre es que, a medida que la droga hace efecto, comienzas a sufrir ansiedad, y de repente esta desaparece. Pero luego vuelve a aparecer. Es como una especie de escalera de Jacob, donde todo se vuelve más exacerbante. Cuando le preguntan por qué pinta, Van Gogh responde: “Para dejar de pensar”. Mi película se llama At Eternity’s Gate porque el protagonista va a morir pronto, y está haciendo las paces con este momento. También hay una pintura con el mismo nombre, pero no tiene nada que ver. 

En Basquiat hay una frase que dice: “Todo el mundo quiere subirse al carro de Van Gogh”. ¿Tú querías?
“Todo el mundo quiere subirse al carro de Van Gogh. No existe un viaje tan horrible que nadie quiera hacer. La idea del genio desconocido que suda tinta en un desván nos resulta deliciosamente absurda. Debemos conceder a Vincent Van Gogh el mérito de haber puesto ese mito en órbita. Es decir, ¿cuántos cuadros vendió? ¿uno? No podía ni regalarlos. Iba ser el artista más moderno de la época, pero todo el mundo lo odiaba. Se avergonzaba tanto de su vida que el resto de la historia del arte es una compensación por el abandono de Van Gogh”. Esto fue escrito por Rene Ricard. Cuando murió Jean-Michel Basquiat, un tipo vino a hacerme preguntas sobre él, y me di cuenta de que era simplemente un turista. Entonces decidí comprar los derechos, escribir el guión y hacer la película yo mismo. Nunca pensé en llegar a ser director de cine, y nunca quise subirme al carro de Van Gogh. Tampoco me siento culpable por su abandono. Su figura necesitaba simplemente otra oportunidad para expresarse, una que no fuese un cliché. Me gusta Kirk Douglas, y Espartaco es una de mis películas favoritas, pero la gente confía demasiado en los autores, y a veces estos no saben de lo que hablan. ¡El loco del pelo rojo es una basura! Yo quería mostrar que, si nos acercamos lo suficiente a estas pinturas, podemos observar numerosas marcas abstractas, y a medida que nos alejamos estas marcas se convierten en una cara. Cada una de ellas tiene su propia autonomía. Picasso lo aprendió de él.

Hay un sentimiento muy físico en tu película.
La mayor parte está rodada en primera persona, por lo que realmente sientes que estás ahí. Cuando la pantalla se va a negro, tú estás también en la oscuridad, mirando a través de sus ojos. Cuando el doctor le dice: “Estás confundiendo a la gente con tus cuadros”, él responde: “Yo soy mis cuadros”. Reinaldo Arenas era sus poemas, y probablemente yo sea esta película. Siempre hay una conexión profunda entre el autor y el tema que trata. Es muy difícil separarlos. A pesar de que la película trata sobre Van Gogh, también puede ser un vehículo para que yo, como pintor, diga cosas que tal vez a él le habría gustado decir, o cosas que a mí me habría gustado decirle.

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(Traducción del inglés)

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