01/10/2018 - SAN SEBASTIÁN 2018: Hadrian Marcu debuta en el largometraje con Un hombre como Dios manda, un inteligente, sensible y sólido trabajo sobre un hombre rumano corriente

(© Lorenzo Pascasio)

Tras una larga e intensa carrera como director de cortometrajes, Hadrian Marcu ha estrenado en la sección Nuevos Directores del Festival de San Sebastián su primer largo, Un hombre como Dios manda [+lee también:
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entrevista: Hadrian Marcu
ficha de la película]. El cineasta rumano se citó con Cineuropa para hablar sobre los detalles de su obra, que puede describirse como precisa, audaz y exigente.

Cineuropa: Estuviste en San Sebastián el año pasado con este proyecto en el marco del Glocal in Progress y ahora vuelves para estrenarlo como tu primer largometraje.  ¿Cómo te sientes al respecto?
Hadrian Marcu: Es genial, el año pasado el Glocal estuvo muy bien, nos sentimos muy bienvenidos aquí y tanto la ciudad como el festival nos encantaron. Volver con la película terminada y poder enseñarla aquí es increíble, un placer. San Sebastián es un lugar en el que puedes ver como la gente disfruta del festival y de las películas, es el sitio perfecto para mostrar tu trabajo.

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El guion está basado en una novela. ¿Cómo difiere el resultado final del material original?
El guion está basado en una novela titulada Firsc, del escritor rumano Petru Cimpoesu. Lo que tomé de la novela fueron básicamente dos cosas: el entorno laboral, que considero muy importante para la historia y el tono de la película; y el triángulo amoroso, que también es una parte fundamental. Para mí lo más interesante de estos elementos era el lugar de trabajo en sí, como condiciona la forma en que los trabajadores viven y se relacionan con otras personas, los turnos de noche, la soledad… Y con respecto al triángulo amoroso, me interesaba lo diferente que eran las relaciones, el desequilibrio. Pero en cuanto a los detalles, a medida que avanzaba en mi trabajo de escritura  iba añadiendo más cosas a la historia original.

El entorno tiene una gran importancia en la película, llegando a determinar el comportamiento de los personajes. ¿Cómo fue el proceso de trabajo para recrearlo?
En mi opinión, fue fundamental para la historia crear un contexto sólido para los personajes. Mi intención no era hacer una película de crítica social, por supuesto que la dimensión social existe, pero para mí la película es sobre todo una historia de personajes, sobre sus conflictos íntimos. Pero en estos conflictos, los diferentes escenarios donde ocurre la acción tienen mucha importancia. Me gusta visitar las localizaciones antes de rodar, hacer una especie de investigación periodística para poder volcar toda la información en el guion y los personajes.

En una película de personajes como esta, el trabajo con los actores debe ser intenso. ¿Cómo se gestiona eso?
El trabajo con cada actor es diferente, pero algo crucial en este caso fue el casting. En cuanto das con los actores adecuados, los que sientes que corresponden a cada personaje, la forma en la que trabajas con ellos resulta natural. Conocer a los personajes, saber lo que quieres contar sobre ellos facilita poder sacar de los actores lo que estás buscando.

(Traducción del inglés)