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TORONTO 2017 Discovery

Matan Yair • Director

“Asher fue mi inspiración”

por 

- TORONTO 2017: Cineuropa estuvo con el israelí Matan Yair en el festival de cine de Toronto, donde su primer largometraje, Scaffolding, participa en la sección Discovery

Matan Yair  • Director

El primer largometraje del israelí Matan Yair, Scaffolding [+lee también:
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,cuenta una historia real protagonizada por el actor aficionado Asher Lax, que se interpreta a sí mismo. La cinta celebró su estreno mundial en la sección ACID de Cannes y obtuvo posteriormente el premio a la mejor película israelí del festival de cine de Jerusalem. Cineuropa estuvo con su director en el festival de Toronto, donde la película tomó parte en la sección Discovery.

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Cineuropa: La historia de su película proviene de su relación personal con Asher Lax, que se interpreta a sí mismo en la obra.
Matan Yair:
La verdad es que es más mi historia que la de Asher. Hace unos años, era uno de los alumnos en una clase que yo daba y era muy violento pero a mí me pareció interesante. Vi una energía especial en la manera en que se movía y hablaba. Lo más emocionante para mí era la relación entre Asher y su profesor, alguien que está cerca de convertirse en una figura paterna para él. Pero él tampoco encaja en la clásico rol de padre. El personaje del docente Rami (Ami Smolarchik) tiene un aspecto más femenino. Es alguien que le faltaba a Asher y que le escucha, alguien delicado, emotivo y menos masculino.

¿Cómo trabajó en el guion y la estructura de la cinta? ¿Fue junto con Asher?
Le dije a Asher en una fase muy inicial que estaba escribiendo y pensando en él como la persona que actuaría en la película. Cuando tuve el borrador del guion, empezamos a leer escenas juntos porque quería ver si podía hacerlo y comprobar si seguía las pautas, el vocabulario y demás. Resultó que sí encajaba así que seguí escribiendo y logró el papel. Quería construir esta relación entre Asher y su padre al principio de la película y dejar bien claro con una escena impactante que es la relación central: masculinidad y amor, con estos golpes físicos, y lo que representa la dinámica entre ambos. Cuando el padre de Asher le da un bofetón, entendemos que esto ocurre continuamente. Traga saliva y la vida sigue.
Después de eso, seguimos con el profesor. Esta relación se construye poco a poco. El profesor se percata de Asher, llega de algún modo a su interior y siente su alma. Esto desata el interés de Asher, que tiene la curiosidad de un gato, y el físico de uno también. Era importante mostrar eso cuando trabajaba en el andamiaje [ndt: scaffolding en inglés]. Además, la película contó con un presupuesto reducido, de unos 400.000 euros, así que los lugares que filmamos, la casa de Asher y los andamios, daban una identidad visual especial.

¿Cómo fue rodar con un actor no profesional que ha vivido en sus propias carnes la historia que se cuenta en la película?
Asher se entregó en cuerpo y alma durante todo el rodaje. Sabía que aportaría mucho a la película con su manera de hablar y de moverse y sabía que no iba a tener que instruirlo demasiado. También tenía la impresión de que daría lo que necesitaba en las escenas en que tenía que ser más emotivo. Siento que Asher tiene cierta habilidad para moverse con rapidez pero con naturalidad, siendo desde agresivo y masculino primero y más suave y delicado después. Este cambio es muy interesante y cinematográfico porque uno puede ver algo a lo que no está acostumbrado en la vida real. Eché mano de eso durante toda la película.
También quería que Asher se sintiera libre y se divirtiera, así que le dije que lo que estaba escrito en el guion no era sagrado, que podía cambiarlo aquí y allá y hacer otras cosas, que cualquier cosa que hiciera valdría. Creo que esta libertad le dio, y nos dio, la oportunidad de disfrutar trabajando en la película.

¿Cómo montó la película?
Intentamos no solo sacar el mejor partido de cada tima sino también poner el personaje de Asher en el centro de todo e intentar que su personalidad se expresara mediante el sentimiento general de la película.Primero, intentamos empezar y terminar cada escena con Asher, de manera que el corte entre escenas sería de Asher a Asher, aunque ello comprometiera el establecimiento de una nueva localización o un nuevo personaje.
Segundo, a nivel dramático-estético, intentamos meter el espinoso temperamento de Asher dentro de los cortes, a veces teniendo que cortar casi en mitad de la acción, mientras que en otras ocasiones conectábamos movimientos entre dos escenas. Hay también cortes que combinan movimientos sucesivos y transiciones velocísimas. Estos dos métodos de montaje, totalmente opuestos, representan el carácter dual de Asher y otorgan al film un ritmo que refleja el comportamiento de Asher.

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(Traducción del inglés)

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