21/10/2016 - Encuentro con Christophe Leparc, director del Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier (38º edición del 21 al 29 de octubre)

Christophe Leparc es el nuevo director de Cinemed, el Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier, tras haber realizado el año pasado una sustitución en dirección artística. Nos habla sobre la 38^º edición (leer la noticia en el programa) que comienza hoy.

Cineuropa: ¿Cómo se presenta tu primer Festival de Cine Mediterráneo como director?
Christophe Leparc: En 2015, mi sustitución me permitió tantear el terreno. La estructura del festival, compuesta de retrospectivas, competiciones y homenajes, en lo que se refiere a programación y a línea editorial, no cambia. Pero, tal y como empezamos a hacer el año pasado, queremos tener un mejor ambiente, más festivo, entre los directores que vienen y los espectadores, así como conseguir la participación de tantos vecinos de Montpellier como sea posible, y sobre todo trabajar con todos los cines de la ciudad y con numerosas asociaciones. Lo que puede deducirse de nuestra programación es que nuestro único obstáculo es geográfico: el mar Mediterráneo, pero el interior de esta zona es fantástico, porque esto nos permite dar rienda suelta a todos nuestros gustos cinematográficos y no limitarnos a una sola corriente, a un solo género. Personalmente, a mí me encantan todos géneros del cine, desde las películas de terror hasta los documentales más especializados, y este año, por ejemplo, centramos la atención en esta joven generación que se adueña del poder cinematográfico tunecino. De manera general, se trata de mostrar el dinamismo actual del cine en la zona del Mediterráneo y al mismo tiempo, de volver a la historia de su cine, especialmente a través de retrospectivas, pues es una zona muy rica. Volver a presentar todas las películas de Mauro Bolognini, por ejemplo, es algo que forma parte de nuestros gustos cinematográficos. Esta es la idea general, la apertura, el eclecticismo y que cada uno pueda encontrar de qué abastecerse en términos cinéfilos.  

Parece que el cine que antes era bastante limitado en numerosos países mediterráneos está evolucionando. ¿Tú también lo piensas? 
En algunos países existen ciertas causas, como en Argelia, donde el dinamismo se impone sobre todo en los cortometrajes. En el caso de Túnez, que está teniendo un gran éxito en los festivales internacionales (con A peine j'ouvre les yeux [+lee también:
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entrevista: Leyla Bouzid
ficha de la película] en Venecia y Hedi [+lee también:
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ficha de la película] en Berlín). Si toda una generación surge, no se trata de azar, ya que hay una gran cantidad de trabajo tras una década en la que se ha facilitado la relación entre los jóvenes autores con proyectos y los coproductores procedentes del norte del Mediterráneo (franceses, alemanes, etc.). La ayuda dada a los cines del mundo por el CNC francés ha mejorado las cosas. Antes no había falta de talento sino falta de perfeccionamiento de dicho talento. En Egipto o el Líbano ocurre algo totalmente diferente, ya que los productores se cuentan con los dedos de una mano. En el Mediterráneo es necesario encontrar a los buenos productores, y no pueden producirlo todo. 

En último lugar, en los países de la antigua Yugoslavia, podemos ver como surgen películas de Kosovo, Montenegro, etc. Aparecen nuevos sistemas por todos sitios, otros maduran, y hay una gran apetencia de los artistas por la expresión cinematográfica. 

¿Y sobre financiación? ¿La coproducción es imprescindible?
Es muy variable, hay películas que no necesitan a nadie para hacerse. En Marruecos, por ejemplo, vemos muchas producciones independientes sin ninguna coproducción francesa. En el Líbano pasa lo mismo. Y esto ocurre mucho por la circulación de proyectos para los montajes en coproducción. Lo esencial, y lo que fomentamos a través de nuestra selección de fondos de ayuda al desarrollo, es que los cineastas puedan encontrar productores, que acepten las críticas sobre sus proyectos para poder pulirlas. Estar desesperados por la financiación y lanzarse sobre una grabación con un guion sobre el que no se ha trabajado lo suficiente es un error. Existen cosas muy interesantes pero que fracasan. Esta fue una de las características de Italia durante un tiempo, y podíamos incluso verlo en las películas bien financiadas. Sin embargo, cuando vemos por ejemplo la calidad de Fiore [+lee también:
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Q&A: Claudio Giovannesi
ficha de la película] de Claudio Giovannesi, que hemos presentado este año a la competición, medimos bien la importancia de una relación constructiva entre el cineasta y su producción.

(Traducción del francés)