23/06/2003 - Estreno mundial de la nueva película vanguardista del cineasta francés: Out of Knowherees una obra en proceso que retoma el trabajo de una alumna

Entrevista vídeo

Christian Lebrat es un cineasta y un editor del cine de vanguardia francés. Tras una larga carrera como director durante casi veinte años, decidió crear una editorial, Paris Experimental, para reflexionar tanto desde un enfoque teórico como histórico sobre las distintas expresiones del cine experimental. En esas dos décadas, Lebrat fue uno de los protagonistas que impulsaron el cine experimental en Francia.
Lebrat ha presentado en Pesaro la evolución de una antigua obra de mediados de los años setenta (Liminimal) y una que todavía no está terminada (Out of Knowhere: un film d’Anne Prat).
Se trata de trabajos, mejor dicho de acciones, en las que el director usa dos proyectores móviles en la sala. Nos hemos visto con él y le preguntamos acerca de su historia y de sus acciones.

Ha traído a Pesaro dos obras que en cierto sentido recogen su experiencia de treinta años en el cine de vanguardia. ¿Cuándo empezó a trabajar y por qué decidió poner fin a su carrera como director?
“Comencé a trabajar en 1974 haciendo películas abstractas y luego pasé a las acciones. Tardé diez años en consolidarme también en el sonido. Antes me concentraba en el color y, en general, en elaborar la imagen. En 1985 dejé de hacer películas y puse una editorial especializada en cine de vanguardia. Sentía la necesidad de recuperar las ideas de los directores experimentales, para renovar una tradición especulativa que a mediados de los años 80 poco a poco se apagaba. En general, todo el cine de vanguardia recibe un tratamiento de serie B. Y no es de extrañar que, últimamente, dos mil directores, teóricos y espectadores hayan firmado un manifiesto en defensa del cine de vanguardia. Volviendo a mi trabajo, este año, tras una larga pausa, he retomado mis acciones. Out of Knowhere: un film d’Anne Prates una obra inacabada de una alumna mía que he retomado con la idea de terminarla. La versión que he presentado en Pesaro no es aún la definitiva”.

Al ver sus obras, se nota que da mucha importancia a los lugares donde se proyectan.
“Mis acciones varían en función del cine y de la sala, porque no trabajo solamente la imagen y el sonido sino también el espacio físico. Según sea el lugar, muevo los proyectores para que la imagen pueda salir de la pantalla y, por ejemplo, golpear al público. Es una reflexión y una provocación que quiere demostrar que cada autor puede y debe crear sus propias reglas. Liminimal es un ejemplo de lo que acabo de decir. Mi objetivo es manipular la imagen a través de la movilidad de los proyectores y de los cambios con el zoom. Por lo que depende de la distancia entre el proyector y la pantalla y de las posibilidades de ejecutar en la cabina movimientos con plena libertad. Aquí en Pesaro había limitaciones, pero esto forma parte también del juego. En cierto sentido, cada acción tiene su propia originalidad y es un trabajo en proceso”.