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Michael Ballhaus • Director de fotografía

"Trabajar con Fassbinder fue un aprendizaje duro pero bueno"

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- BERLÍN 2016: Cineuropa aprovecha la Berlinale para hablar con el director de fotografía Michael Ballhaus, creador del traveling de 360 grados, que ha recibido este año el Oso de Oro honorífico

Michael Ballhaus  • Director de fotografía
(© Jim Rakete/German Film Museum)

En el 66º Festival Internacional de Cine de BerlínMichael Ballhaus, director de fotografía aclamado internacionalmente, ha recibido un Oso de Oro honorífico. El trabajo del director de fotografía abarca 130 películas, desde Martha (1974), pasando por Los fabulosos Baker Boys (1989) y La edad de la inocencia (1993), hasta 3096 Days [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
 (2013). 

Cineuropa: Como inventor del traveling de 360 grados, ¿qué piensas de los proyectos de realidad virtual que ofrecen una visión panorámica?
Michael Ballhaus: No me parece gran cosa, porque, en primer lugar, necesitas inventar historias que poder filmar. Yo no creo en esto. Es fantástico sentarse junto a otras muchas personas en un cuarto oscuro para compartir la experiencia de ver una película en la pantalla, olvidándonos de la realidad, sintiendo emociones. Para mí, esto es más importante que las herramientas técnicas.

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¿Han surgido cambios estéticos gracias al uso de nuevas tecnologías?
Para mí, el aspecto técnico nunca fue tan importante. La idea del traveling de 360 grados fue de Fassbinder, yo la llevé a cabo tal y como él quería. Mi sugerencia fue hacer un traveling de 180 grados, pero Fassbinder quería una toma panorámica, y así lo hicimos. No era un prodigio técnico, teníamos una vía circular sobre la que giraba la cámara en torno a un objeto.

¿Cuáles han sido los puntos de inflexión que han cambiado el lenguaje visual del cine?
El mayor punto de inflexión ha sido filmar en digital. Mi última película la rodé en digital, con una cámara Alexa, pero hasta ese momento, siempre había filmado en analógico, y me gustaba mucho. Como rodamos 3096 Days en un cuarto de solo siete metros cuadrados, fue de mucha ayuda trabajar con una cámara pequeña con alta luminosidad.

¿Ha sido difícil seleccionar lo más destacado de las 130 películas en las que has trabajado?
Debido al gran número de películas que he filmado, no ha sido fácil seleccionar las diez más importantes. Así que adopté una perspectiva emocional, y pensé en las películas que eran más importantes para mí, en mi propia memoria. Esas son las que elegí finalmente. En cierta manera, son las niñas de mis ojos. 

En retrospectiva, ¿hay alguna película que habrías hecho de forma diferente?
La manera en que se percibe una película cambia con el tiempo. Yo siempre he confiado en mis ideas y emociones cuando he querido rodar una escena concreta. Siempre he trabajado con mis emociones.

¿Qué importancia tiene la colaboración con los directores?
La colaboración siempre ha sido muy diferente. Al principio, no tenía una relación cercana con Fassbinder. Él me decía lo que quería, y yo se lo conseguía; eso era todo. Más tarde, él comenzó a escucharme cuando se me ocurría algo, pero la mayor parte del tiempo, hacíamos lo que el sugería. Como a él no le gustaba buscar localizaciones, yo tenía que hacerlo con el diseñador de producción. Más tarde, durante el rodaje, él preguntaba cómo iba a hacer la escena. Cuando se lo explicaba, él se lo pensaba durante cinco minutos, y luego lo hacía de una manera diferente, pero mejor que lo que yo había sugerido, así que yo también aprendía de él. De esta forma, íbamos complementando gradualmente nuestro trabajo. Al final, todo fue bien, pero a veces tenía sus defectos.

¿Cómo fue trabajar con directores que no eran tan extremos?
Completamente diferente. Siempre pensaba que, tras haber filmado 16 películas con Fassbinder, nunca podría pasarme nada malo en el sector, porque podía enfrentarme a los mayores problemas que un director me planteara. Fue un aprendizaje duro pero bueno. 

¿Con qué directores te habría gustado trabajar?
Me habría encantado rodar El paciente inglés con Anthony Minghella. Me ofrecieron trabajar en ella, pero mi agente rechazó la oferta porque yo ya estaba metido en otro proyecto. Después de eso, despedí a mi agente.

¿Tenías también la ambición de ser director?
Sí; quería llevar a la gran pantalla la historia de Lotte Lenya. Un productor me aconsejó que la dirigiera cuando terminara Los fabulosos Baker Boys. Había varias versiones del guión, pero antes de que nos pusiéramos a ello, al productor le dio un ataque al corazón y murió. Eso fue prácticamente el fin del proyecto. Cuando el departamento de cine de WDR la rechazó porque no le gustaba el reparto, la película se estancó definitivamente. Se hicieron más versiones del guión, pero este proyecto en concreto nunca llegó a la pantalla. 

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(Traducción del inglés)

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