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Gabriele Salvatores • Director

The Invisible Boy: La manera italiana de hacer cine fantástico

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- Cineuropa ha hablado con Gabriele Salvatores, ganador de un premio Oscar, con motivo del estreno de su última película, protagonizada por un joven superhéroe

Gabriele Salvatores  • Director

“La manera italiana de hacer cine fantástico”. Con estas palabras ha definido Gabriele Salvatores su película The Invisible Boy [+lee también:
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(Il Ragazzo invisibile, lit.: El chico invisible), que aterriza en la cartelera el 18 de diciembre. Narra la historia de Michele, interpretado por Ludovico Girardello, un adolescente cuya vida cambiará por completo cuando un día se vuelve invisible.

Cineuropa: ¿Cómo nació la idea de una película sobre un joven superhéroe invisible?
Gabriele Salvatores: La génesis del proyecto surge de la idea que tuvo hace cinco años uno de los productores, Nicola Giuliano. Se trataba simplemente del deseo de hacer una película que pudiese gustar a sus hijos. Me gustaba la idea de tratar el tema de la invisibilidad y volver a concentrarme en los adolescentes a través de una historia original y aventurera, donde en un momento dado surge además la posibilidad de una heroína. Me he inspirado en escritores que me gustan mucho, como Jack London o Joseph Conrad. Quería que estuviesen presentes los temas del amigo secreto, el espejo, el doble, la persona que hay dentro de ti. Está el tema de la violencia entre adolescentes, de donde surge el desafío, la rabia necesaria para crear otro mundo. Esta parte es mérito de los tres guionistas. No había ningún superhéroe de catorce años, pero en esta película no lo vemos combatir para salvar el mundo, sino más bien contra los monstruos de la vida diaria.

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Originalmente, la película debía ser una coproducción italo-irlandesa rodada en inglés y con un enfoque internacional. ¿Por qué habéis cambiado idea?
La idea inicial era hacer una producción italiana. Desanimados por las dificultades para reunir el presupuesto necesario para una películas de estas dimensiones, los productores pensaron que hacerla en inglés habría facilitado la financiación, al contar con un mercado más amplio. Sin embargo, en un momento dado nos hemos dado cuenta de que estábamos perdiendo el principal gancho del proyecto, es decir, una película con un joven superhéroe italiano. La hemos rodado en Trieste, donde vivió el irlandés James Joyce.

¿Qué super héroes te han influenciado más?
He nacido en los años 50, por lo que para mí los superhéroes eran personajes como Mao Zedong. No leía muchos cómics cuando era joven. Lo único que leía, aunque no era un super héroe, era Flash Gordon. Luego, los cómics me han acompañado a lo largo de mi vida, ya que son parientes muy cercanos del cine. Un personaje que siempre he adorado es Corto Maltés, de Hugo Pratt. Y luego los grandes dibujantes de ciencia ficción Enki Bilal y Moebius. Por último, y sólo luego, ha sido el turno del Hombre Araña.

En The Invisible Boy veo las películas de X-Men, pero también Déjame entrar [+lee también:
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del sueco Tomas Alfredson.
Me gusta mucho la representación de lo distinto de X-Men. Tener un poder significa ser distinto y en esta película es una maldición y una enfermedad. Hemos querido rendir homenaje a un cine de los años 80, como Goonies, Gremlins, con jóvenes que se ven inmersos en aventuras que les harán crecer y madurar. Steven Spielberg ha sido el primero que ha mezclado ciencia ficción y vida cotidiana. Nos hemos inspirado además en películas más oscuras como Watchmen o Unbreakeable, que describen superhéroes de una manera muy peculiar y más cercana a nuestra sensibilidad. Y, por supuesto, me encanta Déjame entrar, es una película muy cercana a la mía.

La película tiene muchos efectos especiales, algo poco usual en el cine italiano.
Hemos intentado hacer lo que normalmente se llama un buen montaje, o sea, que no se note demasiado. Es fácil explotar una nave especial, pero hace que un vaso se vacíe poco a poco como si alguien se lo estuviese bebiendo es mucho más difícil. Hay muchos efectos especiales, pero nuestra intención era que se notasen lo menos posible, que formasen parte de la normalidad.

La película tiene un final abierto. ¿Habrá una segunda parte?
El final abierto es una característica del género. Esperemos que el público tenga ganas de ver otra, porque la idea de una segunda parte existe. He leído el inicio de la secuela, escrito por los guionistas, y hay una chica invisible…

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(Traducción del italiano)

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