17/05/2014 - CANNES 2014: El director francés Bertrand Bonello regresa a la competición del festival de Cannes con una biografía del famoso Yves Saint Laurent. Cineuropa recogió sus declaraciones en la Croisette

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ficha de la película] a la competición por la Palma de Oro. Cineuropa estuvo en la Croisette para recoger las impresiones del cineasta francés tras su presentación.

Cineuropa: ¿Qué impacto tuvo en el desarrollo de su obra la película que Jalil Lespert hizo casi al mismo tiempo sobre el mismo personaje? ¿Trató usted de desmarcarse?
Bertrand Bonello: No he visto la otra película. Me preocupé lo menos posible de esos azares del calendario y de la infeliz concordancia de temas, que, naturalmente, han repercutido desde un punto de vista económico, puesto que ahora mismo hay en el mismo mercado dos películas que abordan el mismo asunto. Prefiero concentrarme en mi película y no hablar más que de mi trabajo. Diría solamente que la existencia de esta otra película tal vez nos ha liberado de la tradicional cortapisa del biopic y nos ha permitido acercarnos más a la película que de verdad queríamos hacer, de la manera en que nos parecía más correcto. El film de Jalil Lespert, en parte, ha sido una suerte de cara a nuestro propio proceso creativo.

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¿Por qué optó por relatar el periodo más sombrío de la vida de Yves Saint Laurent?
El asunto de la temporalidad surgió desde un primer momento. ¿Cómo abordar la vida no ya de un ilustre personaje como Yves Saint Laurent sino de cualquiera en tan solo dos horas y media? Hay que condensar. Esta década nos pareció la más sustanciosa en la vida del hombre y del artista. Aún es joven y el final hace pensar en una historia que no dejará de reescribirse en un futuro. Casi todo se decide en ese momento.

¿Cuál era su intención en cuanto a la forma y el contenido a la hora de plantear esta historia?
Para citar a Olivier Père, nuestro socio en Arte: "se trata de un film que va del documental a la ópera". Estos dos aspectos concomitantes son exactamente los que queríamos combinar y presentar. También deseábamos trabajar en 35 mm para recuperar esa sofisticación del cine, lo que daba a todo el equipo la impresión de estar haciendo un trabajo importante: el de contar la historia de un personaje importante. Los 35 mm también permite un mejor trabajo con las texturas y los colores, lo que se corresponde más con la obra de un artista y le rinde un mejor homenaje. Al contrario de lo que se dice, no sale más caro que rodar en digital.

¿Por qué no ha autorizado Pierre Bergé esta versión? ¿Qué tiene de escandalosa, en su opinión?
Nosotros defendimos la película que queríamos hacer durante todo el desarrollo y en nuestro encuentro con Pierre Bergé, quien ya había manifestado su apoyo al proyecto de Jalil Lespert. Los problemas que tuvimos no han impedido la existencia de esta cinta y aunque Pierre Bergé no la ha autorizado, tampoco se ha opuesto a su estreno, cuando habría podido hacerlo. He de precisar, en cualquier caso, que nuestro proyecto era anterior, aunque llegue, efectivamente, más tarde a los cines. No creo que haya nada realmente escandaloso que haya provocado su rechazo.

¿Cómo escogió a la pareja de actores protagonista?
Gaspard Ulliel y Jérémie Renier se conocen desde hace mucho tiempo. Entre ellos había una química casi sensual que me gustó y que, sobre todo, sirve de cara a la historia porque, cuando se les presenta juntos en la pantalla, estamos en 1967. Se supone que hay una vida íntima entre Yves y Pierre y los actores tienen que comunicarla con credibilidad al público.

El film apenas se demora a la hora de mostrar a Yves Saint Laurent en su trabajo. ¿Por qué lo decidió así cuando de lo que se trata es de presentar a un artista creador?
La película no va sobre el trabajo sino sobre la creación. En la pantalla, en todo caso, vemos en muchas ocasiones a Yves dibujando, lo que constituye la base de su trabajo. Prefería hacer una escena de taller larga al principio de la película, donde lo vemos tocar tejidos y comprendemos su relación con la ropa, y no correr el riesgo de pecar de redundantes con el trabajo manual, en lugar de favorecer el dibujo.

¿Les dio la casa Saint Laurent acceso a sus colecciones y a dibujos originales del diseñador?
No hemos tenido acceso a nada más que prendas salidas de colecciones privadas que alquilamos para la película. Tuvimos que recrear todo lo demás, recuperar tejidos de la época… ¡un trabajo enorme!

(Traducción del francés)