14/10/2013 - Respaldado en la producción por Rodrigo Cortés, el cineasta alicantino de 36 años estrena este thriller exhibido en los festivales de Austin, Sitges y Londres.

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ficha de la película], era un film romántico donde apostaba por el barroquismo formal, en el que incide con su nueva película, Grand Piano [+lee también:
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ficha de la película], rodada entre España y Chicago, en inglés y con los norteamericanos Elijah Wood y John Cusack como cabezas de cartel.

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Cineuropa: ¿Cómo se levantó el ambicioso proyecto Grand Piano?
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entrevista: Rodrigo Cortés
ficha de la película], las redes de ventas internacionales en Europa y EEUU mostraban mucho interés en su productora, Nostromo Pictures: preguntaban qué proyectos tenía, porque esta compañía apuesta por ideas muy definidas que se pueden vender como high concept. Les decían a él y a su socio, Adrián Guerra: "Si os afianzáis en este tipo de productos, os vamos a apoyar". De este modo, filmas con el dinero de esa pre compra y con la garantía de que los inversores van a recuperar su dinero, o incluso ganar más. En algunos países, ciertos grupos empresariales, aprovechando incentivos fiscales, deciden que una parte de sus ingresos puede destinarlo al audiovisual. Se está abaratando todo tanto y hay tanta inseguridad en los mercados internacionales que la figura del productor clásico ya no existe, a no ser que sea un financiero de Abu Dhabi o de China.

Es inevitable mencionar referencias cinematográficas cuando se habla de tu película...
Es normal: el VHS ha sido muy importante en mi formación como cineasta, mucho más que las salas de cine. Yo veía las películas en casa, con mi hermana y comentábamos en voz alta. Porque el mejor cine comercial de la historia se ha hecho en los ochenta, pues Fritz Lang jamás hizo cine para niños: nunca se había rodado una película infantil como E.T., el extraterrestre, firmada por un genio como Spielberg. Así que con ocho años veías E.T. y alucinabas; o Gremlins, que estaría hoy prohibida en muchos países. No hablo con nostalgia: es que las ves y flipas. Adoro a Brian de Palma, especialmente Blow Out (Impacto), me encanta cómo está rodada. Conocí en Sitges a Quentin Tarantino y tuvimos un momento bromance cuando dijo que era también su favorita de este director. Asimismo, me gustan los thrillers conspiratorios de Alan J. Pakula y el cine de Scorsese y Polanski.

¿Cómo llegó el guión hasta vosotros?
Con esta película me siento muy tranquilo porque no soy el guionista. Desde pequeño, cuento planos, no entiendo por qué. Dirigir supone contar algo, con una cadencia y una manera concreta. Tanto Bergman como Hitchcock, aunque contaran cosas distintas, tenían que usar la cámara de la misma manera, como hay que emplear obligatoriamente el micrófono en un concierto. El cine es una técnica, como un piano. Yo jamás habría escrito Grand piano; el guionista, Damien Chazelle, lo iba a dirigir pero luego se despreocupó, porque pasó a otro proyecto y su gente le recomendó que lo sacara al mercado, porque aunque tenía aspectos que solucionar, ya lo haría quien lo comprase. Y así fue. Llegué yo y agarré el proyecto: Grand piano es 100% dirección. Se ha cumplido mi sueño juvenil de que alguien me escriba un argumento y estoy muy contento. La película funciona porque el guión lo hace por sí mismo sin que pienses en lo absurdo y la falta de lógica que contiene: funciona de una forma que trasciende todo eso. Yo apenas he cambiado nada: el mérito es de Damien, absolutamente. Quiero pensar que la película es una canción que puedas silbar, con una letra que si te pones a pensar... en fin, pero que fuese buena música.

¿Qué le espera ahora a la película?
En enero llegará a EEUU, distribuida por Magnolia Pictures, que la sacará a la vez en salas y v.o.d.: esta modalidad de estreno es ahora mismo la mejor opción. Antes de presentarse, en septiembre pasado, en el Fantastic Fest de Austin, Grand piano ya se había vendido a más de 30 países gracias a la audacia de Rodrigo y Adrián: por eso no son unos pioneros en España, sino en el planeta Tierra.