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Frédéric Fonteyne • Director

“Es muy difícil hacer el cine que a mí me gusta”

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- El director belga Frédéric Fonteyne habla de su cuarta película, que se titula Tango Libre y ha sido seleccionada en la sección Orizzonti de la 69ª Mostra de Venecia

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y Tango Libre?

Frédéric Fonteyne: Es muy difícil hacer el cine que a mí me gusta. Como director, lo primero que me pregunté fue el cómo: ¿cómo se hace el cine hoy en día? Se estrenan muchísimas películas, ¿cómo hacer para diferenciarse? La otra pregunta es el por qué: ¿merece realmente la pena toda esta inversión? He necesitado tiempo para encontrar las razones para hacer una película. Además, la acogida a Gilles' Wife fue muy prudente en 2004, lo que me hizo preguntarme qué tipo de película había hecho, qué había provocado a los espectadores y qué era lo que quería despertar hoy para desarrollar una película acorde con eso.

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¿Quizás una película menos pesimista?
En realidad, sí. Gilles' Wife fue una película difícil para el público y para mí también. Cuando miro a mi alrededor me doy cuenta de que el panorama cinematográfico europeo está saturado de pesimismo y de historias dramáticas. No me extraña que el público no tenga ganas de ir al cine. Vale, el mundo va mal, pero ¿cuál es nuestra responsabilidad ética como directores? ¿por qué vamos al cine? ¿qué tienen que defender los artistas sobre el ser humano? ¿hay todavía un lugar para el ser humano en la gran pantalla? Podría parecer que los monstruos son los que tienen ahora el poder. Si fuese así, ya no querría ver películas, o al menos, no por el momento. Tango Libre era mi oportunidad de ir en una dirección totalmente diferente. Se trataba de hacer una película arriesgada, pero que hiciese disfrutar al espectador de una forma diferente, algo parecido a lo que yo mismo quería sentir.

Da la impresión de que Tango Libre es aun más arriesgada, quizá por la selección de actores.
Sí, Anne Paulicevich, con la que comparto mi vida, firma el guion e interpreta el papel principal. No es fácil dirigir a tu propia pareja en una trama que trata sobre múltiples amantes. Sergi López y yo somos amigos desde que trabajamos juntos en Una relación privada y lo mismo ocurre con Jan Hammenecker, con el que comparto amistad desde Max et Bobo. François Damiens interpreta un papel más serio de lo que es habitual en él. Trabajar con actores a los que quiero, con algunos ya había trabajado antes, e incluso con mi familia, comporta una serie de parámetros que gestionar y evidentemente la relación con los actores en el plató ha sido diferente, más difícil que en cualquier otro rodaje en que yo haya trabajado.

Tan solo ha dirigido cuatro películas en 15 años. ¿A qué se dedica entre un rodaje y otro?
No me gusta enlazar un rodaje con otro. Trabajo mucho con los actores, organizo talleres en las grandes escuelas de cine y teatro de Bélgica y Francia. No solo hago películas, sino que entre rodajes sigo haciendo cine. Esos talleres son laboratorios en los que aprendo también experimentando. El contacto con los jóvenes enriquece muchísimo, les aporto tanto como ellos a mí en un contexto de libertad mucho más importante que el que rodea la dirección de una película.

¿Resulta alentador volver a la Mostra 13 años después de haber estrenado allí Una relación privada?
Tango Libre participará en la sección Orizzonti y cuando los seleccionadores me llamaron para comunicarme la noticia y decirme que les había encantado la película, sentí un agradable reconocimiento. Sienta bien notar que vas por el buen camino antes de estrenar la película. No se han olvidado de mí y espero que el público tampoco.

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