15/06/2012 - Con tres coproducciones latinoamericanas seleccionadas en Cannes, Ciné Sud Promotion continúa su búsqueda de nuevos talentos sureños y se dirige a Europa

Thierry Lenouvel, uno de los habituales en los grandes festivales desde que comenzase su actividad como productor en 2002 para Ciné Sud Promotion, ha hecho una aparición estelar en el último festival de Cannes con tres coproducciones en programa: La Playa D.C. [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de Juan Andrés Arango (Colombia/Brasil/Francia) en la sección Un Certain Regard; Villegas, de Gonzalo Tobal (Argentina/Países Bajos/Francia), en sesión especial de la selección oficial; y La Sirga, de William Vega (Colombia/Francia/Méjico), en la Quincena de los realizadores. Un triplete que sigue la línea de revelación de nuevos talentos de un productor apasionado y abierto al mundo.

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Cineuropa: ¿Qué línea sigue Ciné Sud Promotion ?
Al principio se centraba mucho más en el Mediterráneo. Yo mismo cree el festival de Montpellier antes de que en 1996 comenzase un fondo de ayuda al desarrollo del guion en el festival de Amiens. Gracias a mi trabajo con autores y productores, llegué a la producción. He ampliado el campo a las películas africanas y latinoamericanas. Mi mayor satisfacción es poder elegir siempre las películas en las que quiero trabajar: me encanta hacer lo que me gusta. Casi siempre intervengo de forma minoritaria, pero nunca como socio invisible.

Además de para descubrir a nuevos autores, ¿cuál es su criterio a la hora de elegir sus proyectos?
Adoro los temas fuertes, anclados en la sociedad actual, como la lucha de las mujeres argelinas en Rachida (Un Certain Regard en 2002), la escisión en Protección (premio de la sección Un Certain Regard en 2004), la valla de separación de Cisjordania en El otro muro (Quincena de los realizadores en 2004), la difícil reconciliación entre serbios y bosnios en Distant Lights (Leopardo de plata en Locarno en 2003) o el gueto negro de Bogotá en La Playa D.C.. Aunque tampoco olvido el aspecto puramente cinematográfico, como en La Sirga, una ópera prima de un enorme dominio.

¿Cómo financia sus proyectos?
En Francia, nuestra herramienta de trabajo es el antiguo Fonds Sud (fondo sur), que se fusionó con el fondo de ayuda a películas en lengua no francesa para convertirse en Aide aux cinémas du monde (ayudas al cine del mundo). Estoy un poco desconcertado, porque dichos fondos tienen filosofías totalmente diferentes: uno de ellos está más enfocado en la cooperación y el desarrollo, y el otro es más técnico y se centra más en coproducciones europeas. Nos preguntamos qué hará la Comisión de cara a dos proyectos artísticos de calidad: uno europeo bastante rico (6 millones de euros) y el otro del sur, africano o latinoamericano (700.000 euros). ¿Ayudará más al más rico o al más pobre?

¿Cuáles son sus proyectos actuales?
Nos estamos sumergiendo en el mercado indio con Qissa, de Anup Singh (en montaje). Produce Alemania (Heimatfilm) y coproducen Países Bajos (Augustus Film) e India. Por otro lado, estoy trabajando en el montaje de De la terre sur la langue, del colombiano Rubén Mendoza. También hemos coproducido junto a Alemania y Suiza Tue-moi, de Emily Atef, y vamos a trabajar con Alemania (Bittersuess Pictures) y Polonia en Run, Boy, Run, de Pepe Danquart. Asimismo vamos a lanzar cinco proyectos franceses, comenzando por la película policiaca con fondo social Un désert d'étrangers, de Raphaël Vion (Thierry Frémont, Gilles Cohen y Adèle Exarchopoulos forman parte del elenco), y Marseille, de Sepideh Farsi. Los otros tres proyectos están en proceso: una comedia social de Bourlem Guerdjou, una comedia rockera y ecologista de Anna de Palma (protagonizada por Helena Noguerra) y la ópera prima de Fejria Deliba.