02/05/2012 - El productor neerlandés Trent se ha forjado su propio nombre como productor de pequeñas producciones de cine independiente mediante su compañía Netherlands Film Institute (NFI)

El productor neerlandés apodado Trent se ha abierto hueco como productor de películas independientes con su empresa Netherlands Film Institute (NFI). Entre sus producciones destacan Can Go Through Skin (presentada en la sección Forum de la Berlinale) y Hunting & Sons. Este año ha coproducido Villegas, película argentina que se presentará en Cannes en el programa de proyecciones especiales.

Cineuropa: ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la producción?
Empecé como asistente del director de producción y fui subiendo poco a poco hasta que llegué a producir por mi cuenta cuando pensé que podría hacerlo mejor que la gente para la que trabajaba. Para mí, el secreto es la gente con la que trabajo, porque si todos estamos al mismo nivel, conseguiremos el mejor trabajo del mundo. Por eso intento que todos estemos al mismo nivel que el reparto y el equipo, empezando por los guionistas y directores. Uno de los aspectos más importantes y satisfactorios de este trabajo es estimular a todo un equipo.

¿Hasta qué punto es lo mismo producir en los Países Bajos que en cualquier otro lugar?
No creo que exista una manera de producir “neerlandesa”, porque he visto que mi manera de producir es diferente a la de la mayoría de mis compatriotas: trabajo con presupuestos más bajos, equipos más pequeños, en un menor número de películas y dedico más tiempo al desarrollo. Cada productor tiene su propio estilo. La diferencia no está en el país, sino en la persona. Al igual que en la dirección de una película, lo más importante es encontrar a directores con tu misma idea de dirección. Por ello, estoy buscando a coproductores europeos que tengan la misma forma de trabajar que yo. Espero encontrar algunos entre los participantes de Producers on the Move.

¿Cómo encajan sus películas en el mundo del cine neerlandés?
La verdad es que se encuentran en la zona de películas de riesgo, en todo lo que respecta a contenido, rodaje, reparto, desarrollo, guion y presupuesto. Desgraciadamente no se hacen suficientes películas como estas porque es más difícil desarrollarlas y encontrar socios. Demasiadas pocas películas se hacen fuera de la mediocridad; películas que exploran el lenguaje del cine con historias que presentan una urgencia personal. Mi objetivo es hacer películas que nos hagan pensar, que nos provoquen y nos reten. Como ya han sido contadas todas las historias, ahora ya no se trata de la historia, sino de cómo se cuenta.

¿Qué le llevó a coproducir Villegas?
Estoy muy orgulloso de que haya sido seleccionada en Cannes. He trabajado en ella desde 2010, cuando conocí al productor Benjamin Domenech. Hablamos del guion y solicitamos una subvención al Hubert Bals Fund. La rodamos a principios de 2011 e hicimos las mezclas de sonido en los Países Bajos. La verdad es que no sentí una gran diferencia entre coproducir dentro o fuera de Europa.

¿En qué está trabajando ahora?
Estoy trabajando con Marcel Visbeen en Bliss, que cuenta la historia de cinco jóvenes que viven en una ciudad europea. Estamos buscando coproductores europeos y esperamos comenzar el rodaje a principios de 2013. Por otro lado, estoy trabajando con Sander Burger en Into the Flame, sobre el pianista ruso Youri Egorov, un músico que huyó de la Unión Soviética y terminó en la libertina Amsterdam de los 80, durante la epidemia de SIDA. El proyecto cuenta con el apoyo del Dutch Film Fund, AVRO, Benelux Film Distributors y el programa MEDIA. Nuestro objetivo es completar la financiación en 2013 con la ayuda de Ilann Girard, de Arsam International. When the Fucking Spring Is In the Air, de Danyael Sugawara y Heleen Suer, es otro de los proyectos en los que estoy trabajando con entusiasmo. Es una producción europea, una road movie que te hace sentir bien, sobre una polaca llamada Kasia que emprende un viaje de madurez para ver a sus padres en Alemania y los Países Bajos.