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Paolo y Vittorio Taviani • Directores

"Una experiencia única"

por 

- Los veteranos hermanos italianos cuentan su increíble experiencia en la cardel de Rebibbia, en Roma, para hacer Cesar debe morir.

Los octogenarios transalpinos, hitos del séptimo arte y ganadores, entre otros premios, de la Palma de oro en 1977, vuelven a lo grande con Cesar debe morir [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Paolo y Vittorio Taviani
ficha de la película
]
: una extraordinaria experiencia cinematográfica de teatro shakesperiano en una cárcel de alta seguridad en Roma que ha entusiasmado al público de la 62ª Berlinale, donde se presentó en competición.

Ustedes consideran a Shakespeare una de sus mayores influencias. ¿Por qué?
Paolo Taviani: Decimos de broma que Shakespeare ha sido para nosotros como un padre, un hermano y un hijo. En nuestra juventud era un mito: leímos sus obras, admiramos su grandeza e hicimos uso en nuestro trabajo de los instrumentos que nos dio. Su obra es tan accesible que siempre lo hemos sentido cercano, como si fuese un hermano mayor genial. No hay que dejar de reptirlo: es importante volver siempre a descubrir a Shakespeare. Ahora que somos mayores, decidimos que podíamos cambiar un poco a Skahespeare, desmontarlo y volverlo a ensamblar de otra manera. Eso hemos hecho para el cine, que es un mundo bastante diferente del de Shakespeare. También pensamos que habría sido una buena idea montar esa representación en la cárcel.

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¿Por qué escogieron precisamente Julio César ?
Vittorio Taviani: Todo empezó por casualidad. Uno de nuestros amigos nos contó que había llorado con una obra de teatro, cosa que le ocurre en contadas ocasiones, y que la representación tuvo lugar en una prisión. Así que fuimos allí: era una cárcel de alta seguridad en la que los criminales mafiosos representaban El infierno, de Dante. Los propios actores vivían el infierno de la prisión y se identificaban totalmente con los personajes. Todo el mundo sabe lo que significa la cárcel, las películas americanas lo reflejan bien; pero cuando uno va allí y empieza a trabajar con los presos se crea una compicidad y una cercanía y uno intenta comprenderlos. Nos hemos hecho casi amigos de ellos. Aunque un día alguien nos dijo: “son criminales, ¡cuidado!”, podemos tener vínculos de amistad con ellos porque sabemos que sufren por lo que han hecho. Nos preguntamos entonces qué podíamos hacer por ellos, cómo podíamos dar a conocer su situación. Así fue como se nos ocurrió lo de Julio Cesar. Todo el mundo conoce la historia de Bruto; había que plantearse cómo pasar el texto por el filtro del dialecto napolitano de los “hombres de honor”. Los presos estaban tanto en su propio mundo como en el de Shakespeare: la obra habla del poder, de la traición, del asesinato, de la jerarquía. Tal vez, pensamos, podríamos introducir su experiencia, la personalidad y la situación de cada uno de ellos en la obra. Sus vidas son dramáticas y era posible relacionarlas con el destino de Bruto, por ejemplo; podían entrar con facilidad en la piel de los personajes. Con esta película hemos querido mostrar su vida, los traumas que estos presos han vivido, la violencia, el sufrimiento, el fracaso, la pena. La cárcel es una experiencia terrible.

¿Cómo hicieron el casting?
Paolo Taviani: Los actores que encontramos eran al mismo tiempo presos. Fabio Cavalli nos ayudó mucho: es un director de teatro que ha dedicado parte de su vida al teatro en la cárcel. Nos dio la posibilidad de conocer a los detenidos. Luego elegimos a algunos. Durante las pruebas y los ensayos nos dieron sus verdaderos nombres, no sus motes; lloraron; se enfadaron; todo ello a sabiendas de que aparecería en una película que se exhibiría en los cines de Italia. Eso nos sorprendió mucho, como también sentimos estupor al ver lo bien que actuaban, aunque fuese de una manera un tanto convencional. Cuando el actor decía "voy a matar al César" se percibe un dolor que no es el del típico actor, se percibe el propio pasado. Estos actores presos eran capaces de comunicar con gran emoción.

¿Por qué optaron por hacer la película en blanco y negro?
Vittorio Taviani: Hoy en día hay muchas imágenes en color que presentan las cosas de forma muy naturalista. Nosotros queríamos mostrar otra cosa: lo que habita en el alma de estas personas. Por eso preferimos el no realismo del blanco y negro. Creemos que fue una experiencia única. Entrar por primera vez en la prisión fue como penetrar en un mundo nuevo. Qué misteriosa complejidad rodea el destino de los seres humanos.

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