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Dejan Zečević • Director

Deconstruyendo géneros

por 

- Después de una ficción documental, una película de terror, una comedia y un thriller, el director serbio ha decidido mezclar los géneros en The Enemy, una obra sobre la guerra de Bosnia.

Deconstruyendo géneros Tras el éxito de la docufiction The Boy from Junkovec, la película de gore TT Syndrome (la primera en su género realizada en Serbia), la comedia desmadrada Little Night Music y el thriller The Fourth Man (en la línea de El caso Bourne), el serbio Dejan Zečević ha decidido mezclar géneros en The Enemy [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Dejan Zečević
ficha de la película
]
, ambientada poco después de la Guerra de los Balcanes.

CIneuropa: Últimamente son varias las películas serbia rodadas en la República de Srpska y algunas están a punto de llegar. ¿A qué crees que se debe?
Dejan Zečević: En primer lugar, hay fuentes de financiación. En segundo lugar, una parte de los temas que ocupan a los cineastas serbios hoy día están relacionados con la guerra en Bosnia, de manera que además tienen la oportunidad de usar las localizaciones perfectas. Mi película se desarrolla allí, en un periodo con ese tipo de personajes, así que decidimos rodar allí. Entonces dimos con un productor local [Tihomir Stanic de Balkan Film] que consiguió financiación de Srpska.

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Normalmente, las películas bélicas están ambientadas en la guerra. ¿Por qué decidiste que tuviese lugar siete días después de la guerra?
Lo absurdo de tener que quitar tus propias minas me pareció interesante para el inicio de la película. Además, el deseo cada vez mayor de los personajes de dejar el lugar desde la firma del tratado de paz es útil para la historia. La situación por la que tienen que quedarse más tiempo del esperado crea una tensión y una ansiedad mayor. En segundo lugar, la idea de crear un conflicto de la nada no funcionaría si la historia se desarrollase durante el conflicto armado. Además, no quería hacer una película de guerra pura.

Los personajes se desmoronan uno a uno. ¿Cómo elegiste el orden?
No quería que el público estuviese seguro de cuándo empezarían los problemas, sino que se desarrollase lentamente. Está claro que personajes como el tirador o el soldado religioso son más susceptibles ante este tipo de influencia, mientras que algunos no se desmoronan en absoluto y se aprovechan de la situación. Quería diferentes personajes que se derrumbasen por motivos distintos.

No se termina de saber quién es el personaje que aparece en la fábrica. Podría ser Dios o el diablo, un demonio o el demiurgo, el creador del mundo.
Hay alguna diferencia entre el guión original y la película. En el guión, era el diablo de un modo más claro. Pero durante el desarrollo del guión con Djordje Milosavljevic, me interesaba más lo que le pasaba al grupo de personajes y me atraía la idea de que fuese una especie de espejo donde podían ver sus propios defectos y proyectarlos sobre él. Creo que es una necesidad humana el poder tener una proyección del bien y del mal en otra persona, tener un líder o un héroe o un dios, y por ello no quise que el personaje fuese del todo claro.

The Enemy es una película de género y de autor al mismo tiempo, con elementos de ambos.
Como espectador, siempre me doy cuenta fácilmente de la diferencia entre el cine de autor y el de género. Puedo decir qué tipo de película es tras cinco segundos, tan sólo con la sensación. Tengo que admitir que lo encuentro muy fastidioso. The Enemy no es ni uno ni otro. Tiene la sensación del cine de género pero da algo sobre lo que pensar. Este tipo de películas solía ser muy habitual, como en Hollywood en los años 70.

Me gustan los géneros, pero también me gusta deconstruirlos y usarlos para lograr un impacto mayor. Estoy muy contento de haber podido hacer esta película, es algo muy personal. Todas mis películas son, de alguna manera, la realización de un sueño de infancia, pero esta en particular. Por eso es posible que nunca me ciña a un género puro. Mientras pueda hacer las películas que quiero estoy contento. Puede ser un problema porque los festivales y el público no saben cómo clasificarlas, dónde ponerlas, pero para mí eso es irrelevante ante el hecho de que es el cine que siempre he querido hacer. Y todas las películas con algún valor encuentran a su público, la gente que se supone que tiene que verla.

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