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Benjamin Heisenberg • Director

“Una estructura trágica clásica”

por 

- Extractos de la rueda de prensa del realizador alemán durante la edición 2010 del Festival de Berlín, donde presentó en concurso de su segundo largometraje, The Robber

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crítica
tráiler
entrevista: Benjamin Heisenberg
ficha de la película
]
se inspira en un hecho real ocurrido en los años 80 en Austria. ¿Cómo fue percibido?

Benjamin Heisenberg: Después de su salida de prisión, este deportista se convirtió en un gran corredor de maratón y al mismo tiempo se lanzó en una serie de asaltos de bancos con máscara y escopeta, que le salieron bien. Las dos historias convergieron de manera muy espectacular, ya que después de haber sido identificado, fue capaz de escaparse de la que fue la más vasta operación policial que se haya llevado a cabo en Austria después de la 2ª Guerra Mundial. Martin Prinz reunió las dos historias en una novela cautivadora cuyos derechos fueron adquiridos para realizar la película. También nos entrevistamos con gente que había conocido al personaje principal (que se había suicidado), policías y deportistas. El montaje fue muy largo y difícil. Teníamos varias versiones de la película, ya que en cada momento podíamos introducir mucha información. Elegimos, descartando algunos elementos del guión.

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Aparte del hecho de correr, las motivaciones del personaje principal son bastante misteriosas.
No abordé la cuestión desde un punto de vista psicológico, sino más bien como un fenómeno, alguien dotado con una gran energía interior con la cual debe arreglárselas. Es esta energía que le guía y que queríamos mostrar, sin entrar en los detalles psicológicos. Hay otro aspecto del personaje: es capaz de enamorarse y es esa la razón de su caída. Estos dos elementos están en conflicto. El dinero que roba no tiene un verdadero significado para él, lo guarda en un bolso, bajo su cama. Ni siquiera se trata de correr para alcanzar un determinado estado, simplemente es algo que corresponde a su naturaleza. Para este personaje existe la competición, el espacio y una tensión que crece. La muerte, se sabe que no habrá un final feliz. Es una estructura trágica clásica y el amor, que trastorna esta máquina de correr, forma parte de ella.

¿Por qué has detallado con tanta precisión los elementos deportivos?
La manera muy meticulosa con la que prepara sus competiciones es fascinante. Era importante mostrar todos los momentos físicos que tienen que ver con la propulsión, describiendo con el mínimo detalle, con grandes planos, los zapatos, la toma de sangre, etc. Como cineasta, me fascina el hecho de observar. Los personajes surgen de esta observación. No es un enfoque verbal, muchos detalles se agregan y al final de la película se llega a un punto emocional donde se experimenta la misma cosa que si se hubiera creado un retrato psicológico aunque que no se haya formulado.

¿Cuál es tu opinión sobre la manera de filmar, que parece muy fluida?
El director de fotografía Reinhold Vorschneider es muy preciso, con una cámara estable. El desafío consistía en tener este tipo de tomas con un personaje que se mueve sin cesar, de tal modo que se sigue la carrera y el movimiento sin que se vuelva demasiado caótico. A menudo, en las películas de acción actuales, es difícil saber lo que pasa realmente, ya que el montaje se acelera y todo va muy rápido y el espectador se pierde. Quería que se pudiera seguir al personaje a través de sus movimientos, que se experimente el sentido de la libertad que siente cuando corre y también su concentración. Para la persecución, filmamos como si cazáramos a un animal, un lobo o un puma, con la cámara. Queríamos este aspecto natural, casi arcaico.

¿Qué piensas sobre el actual renacimiento del cine de género?
Me gustan las películas de acción de los años 70, como Defensa, de John Boorman, o Ladrón, de Michael Mann. Las películas de género siempre me han fascinado. Hay normas inmutables que los espectadores conocen y todo ya ha sido realizado, por lo tanto es necesario crear su propio espacio.

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