03/09/2002 - Michele Placido lleva a Venecia Un viaggio chiamato amore, la historia de una loca pasión entre los poetas Sibilla Aleramo y Dino Campana

La palabra amor existe todavía en el cine de Michele Placido. Interpretada por una pareja verdaderamente “caliente” del cine italiano, Laura Morante y Stefano Accorsi, la nueva película del director italiano compite en Venecia con la pasión entre dos poetas y escritores de inicios del siglo pasado, Sibilla Aleramo y Dino Campana.

Un viaggio chiamato amore es su quinta película. ¿Era éste el cine en el que soñaba cuando comenzó su carrera?
“Yo empecé como cronista, en Pummarò, como un cronista que describe una situación precisa, la emigración. Me salió una especie de película militante que era capaz de registrar lo que pasa en las calles, no digo en modo documental, pero sí evitando la ficción. También Le amiche del cuore partía de lo documental: las chicas de los suburbios que buscan trabajo, un poco al estilo de De Santis, o como Las muchachas de la Plaza de España, pero ya entonces me detenía en la poesía de los personajes. Y esto ha sucedido cada vez más: empecé a buscar emociones que trascendieran el guión”.

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¿Se siente ligado a algún director?
“Hemos tenido una cinematografía apasionante. Fellini, Visconti y De Sica son poetas. Pero ha sido un contemporáneo como Bellocchio, con el que trabajé en L’uomo dal fiore in boca, el que me ha influido más. En mi película hay homenajes a Bellocchio en la puesta en escena: de él proviene la determinación exaltada de algunos personajes, y Dino Campana está en esa frecuencia”.

Se habla mucho hoy de industria cultural. ¿Qué le parece a usted?
“Me gustaría que hubiera una industria que me inspirara, contamos con la capacidad organizativa y productiva para tenerla, aunque ya no hay personajes como Ponti o De Laurentis”.

¿En qué modo se siente unido a la tradición realista del cine italiano?
“A menudo recordamos a De Sica y a Visconti, pero olvidamos a los “menores”: Pontecorvo, Maselli, Rosi, Zurlini, Petri. Un cine que quería entrar en la sociedad para mejorarla. Un cine cívico. Con la historia de amor entre Sibilla Alearme y Dino Campana también intento dejar una huella en las conciencias. Magnolia es un modelo, una película que quiere relatar aspectos humanos de la manera más sincera.