16/11/2009 - Cineuropa encuentra a los hermanos Dardenne, coproductores de La prima linea junto a la Lucky Red de Andrea Occhipinti

Desde Lieja, lugar de residencia y trabajo de los hermanos Dardenne (que han producido La prima linea [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Luc & Jean-Pierre Dardenne
entrevista: Renato De Maria
ficha de la película] junto a la Lucky Red de Andrea Occhipinti), la polémica que ha rodeado la película de Renato De Maria es algo incomprensible. “Es una lástima que las autoridades italianas se hayan comportado de este modo”, dice Luc tras el enésimo giro inesperado en los acontecimientos. Así, Andrea Occhipinti, como consecuencia de las declaraciones del ministro de Cultura Sandro Bondi (“La obra no es apología del terrorismo, pero sería mejor que no tuviera ayudas públicas”), ha renunciado a dichas ayudas, “y creo”, agrega Jean-Pierre, “que es la primera vez que en Europa un productor tenga que renunciar a las ayudas estatales para no contaminar el recorrido de una película. Todo nuestro reconocimiento a Andrea, que con su acto de confianza demuestra que para él esta película está por encima de toda polémica”.

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Más allá de las polémicas, los Dardenne están muy satisfechos por La prima linea: “Nos sedujo el guión”, dice Jean-Pierre, “ya que recoge muchos elementos de la gran escuela del cine italiano y narra una página de la historia de Italia a través de la vida de un hombre consciente de ser un asesino. Incluso si lo que quería era un mundo mejor”.

“El ritmo de la película es agónico”, comenta Luc Dardenne, “y el viaje hacia la cárcel de Rovigo, donde Segio quiere liberar a su compañera, es un desfile fúnebre, con los coches que llevan a las víctimas pasadas y futuras, además del cadáver del amor entre los dos protagonistas”. Agonía, sí, pero también, de algún modo, esperanza. “Porque De Maria narra también el proceso de un hombre que intenta volver a adueñarse de sí mismo”, concluye Jean-Pierre, “y sus esfuerzos para volver a formar parte de la sociedad tras haber asesinado a un padre. La apuesta de Renato, cuyo éxito se debe también a las grandes interpretaciones de Riccardo Scamarcio y Giovanna Mezzogiorno, ha sido que la película no se convirtiese en un juicio”.