Silvia está a punto de cumplir 16 años cuando su padre tira por necesidad su objeto favorito, un retrato de Alain, amante de su abuela, fallecido en un duelo. El fantasma de Alain vive en el castillo y Silvia nó sólo puede sentirlo sino que cree que está enamorada de él y que jamás tendrá ese romance con un vivo. Para compensarla, el padre de Silvia decide darle una sorpresa y hacer que aparezca el fantasma contratando un actor, aunque dos pretendientes enamorados de ella se presentarán voluntarios para ocupar el lugar de Alain.