Tras dejar Túnez, su país natal, y de mudarse a Marsella para abrir una pequeña tienda, Lofti (Nidhal Saadi) estaba convencido de estar viviendo la vida que siempre había soñado. Sin embargo, e incluso con un hijo en camino, su turbulento pasado vuelve a aparecer tras recibir una llamada de su hermano, lo que despierta en él una ira que creía haber dejado atrás junto con su país el día de su marcha.