06/02/2018 - La segunda película de Gabriela Pichler es una animada y conmovedora historia que celebra la diversidad y la comunidad sin renunciar a las desigualdades raciales y de clase

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ficha de la película], primer largometraje de la cineasta sueca Gabriela Pichler, fue un éxito de festival que cosechó los Premios Guldbagge de Mejor Dirección y Mejor Guión en 2013. Se trataba de un crudo drama centrado en una niña inmigrante de los Balcanes en un pequeño pueblo y, su segunda película, Amateurs [+lee también:
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ficha de la película], que acaba de ganar el Premio Dragon por Mejor Nordic Film en Festival de cine de Gotemburgo (ver las noticias), transcurre en un entorno similar, salvo que la directora expande estos temas para celebrar el espíritu comunitario frente a las diferencias de raciales y de clase.

Los sujetos de su interés son ahora dos chicas, estudiantes de secundaria, ambas inmigrantes de color, pero de distintos estratos sociales. Aida (Zahraa Aldoujaili) ha llegado a Suecia con su familia y su madre trabaja de limpiadora en el edificio del gobierno local, mientras que Dana (Yara Aliadotter) ha sido adoptada por una pareja kurdo-sueca de clase media alta. La película comienza con un precioso segmento del dúo divirtiéndose en una fiesta del Salvaje Oeste en el pequeño pueblo de Lafors, con el clásico descaradamente evocador “Summer Wine” como banda sonora.

Mientras tanto, hay alboroto en el gobierno local por el anuncio de su intendente de que una cadena alemana de supermercados de bajo coste con el gracioso nombre de Superbilly está buscando ubicaciones para poner un punto de venta, y la elección es entre Lafors y un pueblo vecino. Deciden grabar un vídeo promocional para atraer a la empresa, y Musse (Fredrik Dahl), un inmigrante tamil de segunda generación, asume la tarea personalmente.

Su primera idea es que los estudiantes de la escuela local sean quienes rueden las imágenes, para así producir una película fresca, dinámica y barata que destaque entre los genéricos vídeos promocionales de los demás pueblos. Los resultados son decepcionantes para el ayuntamiento (aunque graciosísimos para el público), por lo que contratan a un cineasta profesional, pero Aida y Dana se ven inspiradas a mostrar el Lafors real con sus teléfonos inteligentes. Sus intentos sin duda captan el espíritu positivo de la comunidad, pero también revelan las tensiones raciales y de clase presentes en el pueblo, que económicamente no va tan bien como antes de que su fábrica de curtidos sufriera pérdidas frente a alternativas más baratas que subcontratan a países menos favorecidos.

Pichler logra contrastar todos los aspectos buenos y malos de esa comunidad heterogénea, y a menudo aborda mordazmente los prejuicios y desigualdades subyacentes que han calado en la que se considera una de las sociedades más tolerantes de Europa. Los personajes principales y sus entornos y aspiraciones están bien desarrollados y esbozados con claridad. Las animadas escapadas de Aida y Dana son a menudo excitantes, mientras que la relación de Musse con su senil madre proporciona una fuerte carga emocional al otro lado de la balanza. Los episodios breves y bien posicionados con emigrantes bosnios y rumanos contribuyen a la variedad, tanto en cuanto al aspecto clasista como al de la mentalidad de la comunidad.

Con cortes dinámicos, Pichler también logra un buen equilibrio visual y atmosférico entre la clara cinematografía digital y las imágenes grabadas con teléfono móvil, ingeniosamente ejecutadas de forma poco profesional.

Amateurs es una producción de la sueca Garagefilm International, y tiene los derechos internacionales la danesa LevelK.

(Traducción del inglés por Marta Quirós)