Bruno Dumont, entretiene al público del Festival del cine francófono de Tübingen (edición 2010), con una espectacular masterclass, en la que habla de la dimensión filosófica y profunda de su cine. Profesor de filosofía, empieza su carrera en el cine y continúa utilizando sus conocimientos en el dominio de la filosofía para analizar y reflexionar sobre sus películas y encontrar nuevas historias que contar. En sus obras intenta representar lo invisible, es decir, la interioridad de los personajes, evaluando la correcta posición de la cámara para poder “traspasar” las barreras físicas y poder entrar en lo profundo de los personajes. Elige las ambientaciones de una manera meticulosa, imponiéndose por su impacto visual y emotivo, siempre a la búsqueda de imágenes “potentes”. Sus historias representan situaciones de la cotidianidad, haciéndolas reales, y hasta incluyendo en ellas los silencios y las miradas fijas. Su objetivo es filmar la vida tal y como es, y para un espectador es importante participar a la cinta con sus proprio análisis.

El director de The Life of Jesus, habla de su manera de elegir a los actores que muy a menudo no son  profesionales y explica: “Los actores no profesionales entran en el escenario y reaccionan; de esta manera, en vez de actores, se vuelven “reactores”, y es eso lo que crea el imprevisto”. Los dos actores protagonistas de la película, Freddy y Marie, en realidad se odian (según el director hasta se puede ver en algunas escenas) y esto crea un interés en él: “Para mencionar a Heráclito, es más interesante ver un amor que nace entre dos personas que se odian que en dos que ya se quieren”, dice. El protagonista de The Life of Jesus, Freddy, es una caricatura de sus alumnos y a través del personaje ha intentado deificar al mal, pero sin juzgarlo y tampoco comentarlo. De hecho, esta actitud se nota en los enfoques inmóviles. Mencionando a Heráclito nos habla de la humanidad y de la bestialidad del ser humano, que crea una armonía que no encontraríamos si no existiera tal contradicción.