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CPH:DOX 2024

Crítica: Black Box Diaries

por 

- En su documental premiado en CPH:DOX, Shiori Ito es al mismo tiempo autora del libro de referencia, investigadora, directora y víctima de una violación por parte de un reputado periodista

Crítica: Black Box Diaries

Tenemos ante nosotros un film único, el cual se estrenó en Sundance y ganó recientemente el Premio HUMAN:RIGHTS del CPH:DOX (leer el artículo). Este relato de violación y de cómo afrontar sus secuelas, a la vez que se lidia con un sistema judicial anticuado, está protagonizado por la propia víctima, la cual también es investigadora, periodista y directora. Black Box Diaries, dirigida por la japonesa Shiori Ito, está basada en su best seller de 2017 Black Box, aunque las diferentes capas que este relato encierra trascienden el ámbito literario y académico.

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El inicio del film no podría ser más japonés: pétalos de cerezo flotan en el río, cuyo verdadero y horroroso significado será revelado casi al final. Los títulos, que se parecen a los escritos a mano en un diario, indican que estamos ante una historia contada en primera persona, además de funcionar como advertencia de contenido sensible. Seguidamente se muestra el primero de sus testimonios, que ha sido grabado en un iPhone, y parece haber sido recogido a los 25 años, poco después de su violación por Noriyuki Yamaguchi, ex jefe de la oficina en Washington de Tokyo Broadcasting System, y amigo y biógrafo del por aquel entonces primer ministro Shinzo Abe.

Acompañando la simbólica grabación de un tren subterráneo que se aleja de la luz al adentrarse en un túnel, escuchamos la voz en off de Ito hablando con su hermana, la cual le trasmite la disconformidad de la familia con la rueda de prensa en la que pretende sacar a la luz el crimen. Sin embargo, Ito decide seguir adelante con su plan con el objetivo de cambiar una ley de 110 años que no contempla el consentimiento, causante de que únicamente se denuncien el 4 % de las agresiones sexuales de Japón. Otra motivación de Ito es la estigmatización que supone hablar de un asunto tabú como este en una sociedad tan fuertemente conservadora como la japonesa. La reacción del público tras la rueda de prensa no hace sino confirmar esta idea, pues Ito se ve obligada a mudarse con sus amigos.

La película se presenta como un thriller de investigación que se desarrolla durante los años 2005,2017, 2019 y 2021. Gracias a la tremendamente hábil, pero sutil a la vez, edición de Ema Ryan Yamazaki, estos saltos de tiempo ayudan a atar cabos y a aligerar la narración de esta historia tan personal, ofreciendo así una visión más amplia del suceso que, si bien precedió al #MeToo, su repercusión mundial impulsó el movimiento.

Como cabría esperar en un entorno así, la búsqueda de justicia fue agónica y escandalosa. Al principio, ni la propia policía quería escucharla. Más adelante, una orden de detención fue emitida gracias a un detective que la creyó. Sin embargo, Yamaguchi escapó in extremis por el aeropuerto. Mientras se discute el asunto en el Parlamento, la causa penal es desestimada y la civil tarda meses en prepararse. Mientras tanto, Ito decide escribir su libro, cuya publicación coincide con las elecciones anticipades, provocando reacciones opuestas: el partido de Abe la ataca, mientras que el alcalde de Tokio la anima a presentarse al Parlamento. Periodistas veteranos la apoyan y muchas mujeres empiezan confesar vivencias similares: se ha abierto la caja de Pandora.

Sin lugar a duda, el componente emocional más impactante del film es la exposición de la intimidad de Ito. Si bien afirma actuar como un “tercero” durante la investigación de su propio caso, el simple hecho de crear este documental le hace revivir traumas que amenazan con hundirla por completo, a pesar de su negativa a sentirse como víctima.

Además de los testimonios y metraje documental que Ito recabó antes incluso de concebir el film en su cabeza, la película muestra fragmentos de conversaciones grabadas furtivamente, en sintonía con el paisaje nocturno de la ciudad o imágenes abstractas de callejones oscuros, normalmente vistos desde el interior de un coche en movimiento. A la creación de este efecto oscuro contribuye Mark degli Antoni, cuya música nos acerca a un ambiente tétrico en lugar de a uno de suspense mediante notas electrónicas.

Black Box Diaries es una coproducción entre la japonesa Star Sands, la estadounidense Cineric Creative y la británica Hanashi Films. Dogwoof se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés por Juan Ramón Parra)

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