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SXSW 2024

Crítica: She Looks Like Me

por 

- Varias historias fascinantes se entrecruzan en el cautivador documental de Torquil Jones que hace importantes preguntas sobre nuestras definiciones de felicidad y éxito

Crítica: She Looks Like Me

Si la historia de una mujer nacida sin piernas ya es fascinante, también lo es la de una joven que ha llegado a ser gimnasta olímpica. Ambos relatos son tratados en She Looks Like Me de Torquil Jones, estrenada en el SXSW. La protagonista de esta historia es Jen Bricker, abandonada en un hospital por sus padres biológicos antes de ser adoptada por una acogedora familia que siempre la apoyó y le hizo creer que no habría barrera que la frenase. A lo largo de varias entrevistas, en las que también participa su familia, entre otros, Jen cuenta mirando directamente a la cámara que creció practicando todos los deportes que pudo encontrar, como bien lo atestiguan sorprendentes videos de ella haciendo piruetas de pequeña. Una de las mayores influencias de su niñez fue la joven gimnasta Dominique Mouceanu, que, con tan solo 14 años, logró convertirse en 1996 en la gimnasta más joven de la historia de Estados Unidos en alcanzar el oro olímpico. Además de las proezas acrobáticas, había otra razón por la cual Dominique era tan importante para Jen: las dos se parecían demasiado.

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Esta semejanza tiene una fácil explicación: Jen y Dominique son hermanas. Mucho menos evidente, pero también mucho más interesante, es la vida de estas dos mujeres, más allá del simple hecho de su parecido físico y su talento deportivo. Más que por los temas que aborda, She Looks Like Me es fascinante por la óptica con la que los trata: si bien la premisa inicial es una oportunidad de oro para comparar y contrastar el destacable recorrido de dos personas similares, el fin de la película es demostrar que la vida no viene determinada por las circunstancias externas, sino por las decisiones tomadas a la hora de afrontarlas, cualesquiera que estas sean.

Aunque el film no se detiene aquí: gracias a centrarse en la vida de dos mujeres distintas, una con y otra sin diversidad funcional, pero ambas capaces de hacer cualquier cosa con su cuerpo, la película también cuestiona los arraigados conceptos que tenemos sobre el talento, la felicidad y el éxito. Con testimonios apoyados por exquisitas y evocadoras reconstrucciones hábilmente integradas, el film parte desde la historia y la perspectiva de Jen, mientras ésta observa en la televisión las proezas de su ídolo, Dominique. La joven gimnasta aparece como alguien fuerte, grácil, cuyo talento sería la envidia de cualquiera que la viese competir. Sin embargo, no es hasta que el film pasa a la perspectiva de Dominique que empezamos a darnos cuenta de que la realidad detrás de esta imagen de éxito es mucho más dura y complicada de lo que parece. Dominique creció bajo la presión extrema de sus padres, inmigrantes rumanos, y de su entrenador, Béla Károlyi, que la obligaban a entrenar hasta casi lesionarse, privándola de su niñez durante el proceso. Años más tarde ganaría su emancipación ante un tribunal, alegando la explotación y el abuso sufridos. En 2017, sería una de las gimnastas que testificó contra el médico y doctor Larry Nasser. Aunque Jen podría parecer la menos afortunada de las dos hermanas, la realidad es que tuvo una infancia muy feliz, mientras que Dominique sufrió mental y físicamente, hasta el punto de contemplar el suicidio.

El director Torquil Jones maneja de forma muy delicada un material que podría haber sido tratado de modo mucho más impactante y sensacionalista. El film subraya la importancia de que los niños crezcan en un entorno comprensivo, animados y apoyados de varias maneras y siempre en un ambiente de competición sano y distendido. Afortunadamente, el film no da estos conceptos masticados, sino que concede al espectador la oportunidad de asimilaros por sí mismo, ya sea durante la película o una vez pasados los créditos. Este enfoque poco paternalista también es útil al final de la cinta, cuando, en lugar de focalizarse en las evidentes similitudes y diferencias de las dos hermanas, la película opta por mostrar lo que de verdad las une: su deseo de ser libres, algo a lo que, por fortuna, todos aspiramos.

She Looks Like Me ha sido producida por la británica Noah Media Group.

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(Traducción del inglés por Juan Ramón Parra)

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