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IFFR 2024 Limelight

Crítica: Hammarskjöld: Lucha por la paz

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- Per Fly dirige un sólido pero especulativo relato de lo sucedido al exsecretario general de la ONU, cuya muerte aún permanece envuelta en misterio

Crítica: Hammarskjöld: Lucha por la paz
Mikael Persbrandt (centro) en Hammarskjöld: Lucha por la paz

Dag Hammarskjöld, el segundo secretario general de las Naciones Unidas, fue considerado un referente para todos los que vinieron después. Entre sus sucesores, solo Kofi Annan ha recibido también el Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, las circunstancias que rodean su muerte, al estrellarse su avión cuando se dirigía a una cumbre sobre el mantenimiento de la paz en Rodesia del Norte (actual Zambia), han suscitado elaboradas teorías conspiranoicas que resuenan en el marasmo geopolítico actual.

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Con su biopic, titulado simplemente Hammarskjöld: Lucha por la paz, el guionista y director Per Fly y su coguionista Ulf Ryberg se enfrentan a una narración histórica y a un personaje central tan cautivadores que meter la pata habría sido casi injustificable: los cimientos y el marco estructural de su trabajo ya estaban establecidos. Y eso es lo que ocurre en gran medida en esta película convencional pero narrada con fluidez, especialmente cuando uno se acostumbra a las escenas y acentos menos convincentes de Estados Unidos. La cinta ha tenido su estreno internacional en la sección Limelight del IFFR.

La película de Fly se sitúa perfectamente en la intersección entre celebrar a Hammarskjöld como un estadista preclaro y considerarlo responsable parcial de su caída, víctima de un complejo de salvador. Interpretado por Mikael Persbrandt, Hammarskjöld intentó aplacar a todos los bandos durante la Crisis del Congo, apoyando la descolonización en África pero dejando a Patrice Lumumba, el primer presidente del país elegido democráticamente, prácticamente aislado a nivel político. Después de que Katanga, una provincia del Congo Belga, se declarase Estado independiente (aunque seguía siendo una tapadera para los intereses de la empresa minera belga Union Minière), Hammarskjöld desplegó fuerzas de la ONU para mantener la paz, que no pudieron negar el golpe de Estado que se estaba desarrollando. Dejando atrás los peinados impecables y los trajes de negocios de las escenas en la sede de la ONU, que de forma curiosa y accidental evocan a Mad Men, la película sitúa acertadamente la mayor parte de su segunda mitad en el Congo Belga, creando una atmósfera adecuadamente paranoica y fatalista. A medida que el temperamento frío de Hammarskjöld empieza a flaquear, podemos percibir en los movimientos oculares de Persbrandt su temor a no volver a ver su hogar adoptivo en Nueva York, ni tampoco su Suecia natal.

Aunque sigue de cerca el registro histórico, el guion también se inspira en gran medida en lo que se dijo sobre la vida de Hammarskjöld tras su muerte. Sin llegar a dramatizar una confesión “irrefutable” por parte de sus enemigos, Fly y Ryberg defienden de forma convincente que el secretario general de la ONU corría un gran riesgo debido a ciertos agentes internacionales que ya habían neutralizado sin piedad a sus enemigos políticos con anterioridad. El hecho de ver a John F. Kennedy (interpretado por tercera vez por Caspar Phillipson, después de Jackie [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película
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y Blonde) asistiendo a reuniones informativas en la ONU ayuda a subrayar la amenaza a la que se enfrentaban los políticos en esta época de la Guerra Fría, marcada por las constantes puñaladas por la espalda. Tampoco hay pruebas directas de que Hammarskjöld fuera gay (aunque era algo ampliamente asumido), pero en la película tiene un examante ficticio, a través del cual redescubre su fervor por la poesía. Estos dos elementos especulativos ayudan a humanizar a un hombre plenamente consciente de sí mismo como una figura pública constantemente vigilada. Por su parte, los cineastas saben que, como ocurre con cualquier político inteligente, la claridad retórica a veces prevalece sobre los hechos indiscutibles.

Hammarskjöld: Lucha por la paz es una coproducción entre Suecia, Noruega, Dinamarca y Sudáfrica, producida por Unlimited Stories, Nordisk Film Production AB, Sveriges Television AB - SVT, C More Entertainment AB, Nordsvensk Filmunderhållning AB, Maipo Film & TV Produksjon AS y DO Productions. Beta Cinema se ocupa de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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