04/07/2023 - Philippe Van Leeuw se acerca a la insondable e irremediable naturaleza del racismo que habita en una policía estadounidense que se embarca en una persecución de lo que no es como ella

Philippe Van Leeuw se dio a conocer con dos poderosas y contundentes óperas primas. Le Jour où Dieu est parti en voyage [+lee también:
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ficha de la película] se centraba en una joven tutsi que, devastada por la muerte de sus hijos, huye una noche al bosque. Alma mater [+lee también:
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ficha de la película], seleccionada en Berlín, es una valiente pieza de cámara sobre una familia que trata de sobrevivir a pesar de las bombas, encerrados en su apartamento. Con The Wall [+lee también:
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ficha de la película], estrenada mundialmente en la Competición Nacional del Festival Internacional de Cine de Bruselas (BRIFF), el director explora territorios nuevos, tanto a nivel geográfico como cinematográfico.

Jessica Comley trabaja en la Patrulla Fronteriza, vigilando la frontera entre Estados Unidos y México. Para ella, se trata de un asunto personal, ya que su padre y su madre se dedicaban a vigilar la frontera antes que ella, o más bien a perseguir y expulsar a las personas que intentaban cruzarla. Este también es un asunto familiar para José, un miembro de la comunidad Tohono O'odham, que recorre la frontera de un lado a otro ayudando a los migrantes deshidratados y maltratados por la policía y el desierto. La historia comienza centrándose en la mujer, antes de trasladar el foco al anciano, hasta que ambos se cruzan y un disparo resuena en el desierto.

La vida de Jessica parece tan dura y árida como las llanuras desérticas de Arizona. En esta atmósfera sofocante, sus emociones parecen totalmente apagadas. Lo único que queda es un odio tenaz y un racismo visceral, basados en una fe ciega en el sistema.

Vicky Krieps encarna la banalidad del mal con una fuerza y una precisión impresionantes. Podemos imaginar a la actriz caminando sobre un alambre, interpretando a una mujer irremediablemente marcada por el odio, pero también patológicamente sola y profundamente infeliz. Mike Wilson, un activista de la nación Tohono O'odham que debuta en la interpretación, impone su presencia y ayuda a dar vida a una historia en la que reina el odio hacia los demás.

El muro del título es, por supuesto, el erigido por Trump, un mausoleo dedicado a su patriotismo adulterado. No obstante, también hace referencia a todos los demás muros que desfiguran el mundo, levantando barreras entre las personas. La creencia de Jessica en su propia superioridad racial, que se hace evidente cuando observa en el rostro del hombre al que mata a sangre fría (un sabio nativo americano que se atreve a contradecirla) algo menos que un ser humano, menos que un “verdadero” americano, evoca muchas otras creencias como esta, manifestaciones de un racismo endémico que se extiende por todo el mundo, en esta frontera y en otras.

Con su inquebrantable disección de la banalidad del mal, The Wall resuena como un western ultracontemporáneo que se enfrenta a los demonios universales del racismo y el miedo al otro.

The Wall es una producción de la belga Altitude 100, que ya había trabajado con el director en Alma mater, coproducida por Minds Meet (Bélgica), Les Films Fauves (Luxemburgo), Beo Films (Dinamarca) y las estadounidenses A Street Productions y Monsoon. Indie Sales se encarga de las ventas internacionales. La película será distribuida en Bélgica por O’Brother Distribution, que la estrenará en cines el 27 de septiembre.

(Traducción del francés)