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KARLOVY VARY 2023 Competición

Crítica: Blaga’s Lessons

por 

- El búlgaro Stephan Komandarev cierra su trilogía social sobre la decadencia de su país natal a través de su película con más valentía y con menos esperanzas hasta la fecha

Crítica: Blaga’s Lessons
Eli Skorcheva en Blaga's Lessons

Tras reflexionar sobre la realidad de los taxistas y policías búlgaros con amargura y humor absurdo en Destinos [+lee también:
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, respectivamente, ofreciendo de esta forma un retrato global del país, Stephan Komandarev se centra en un grupo social (más que en una asociación profesional) en su tercer largometraje sobre el tema. La protagonista de Blaga’s [+lee también:
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, que acaba de tener su estreno mundial en la Competición por el Globo de Cristal en el 57.º Festival de Karlovy Vary, es una profesora jubilada, y los problemas económicos a los que debe hacer frente no resultarán desconocidos para la mayoría de los pensionistas búlgaros, aunque el enfático giro de la trama es más un truco dramático diseñado para enfatizar ciertas cuestiones que un elemento inspirado en la realidad. En este sentido, más por sus características personales que por sus acciones, Blaga representa una imagen colectiva compleja de la última generación de personas educadas en una sociedad más estrictamente controlada, pero menos mercantil, cuyos valores y relevancia fueron arrasados sin piedad por el capitalismo en la era postsocialista, por la versión brutal y local de un sistema de laissez-faire que fue asumido de forma acrítica durante un periodo de entusiasta patetismo anticomunista.

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Interpretada con gran autenticidad por la veterana actriz Eli Skorcheva, Blaga es portadora de un conocimiento y una sensibilidad que ya no son apreciados en la época actual, ya que el dinero se ha convertido en la única fuente de interés. Por eso, cuando es víctima de un robo a través de una estafa telefónica, justo cuando estaba a punto de utilizar todos sus ahorros para encargar una lápida digna para su marido recién fallecido, sus cimientos morales se derrumban. Mostrándose serena en el exterior, pero destrozada por dentro por la crueldad de un entorno dominado por las leyes del mercado, Blaga no tiene más remedio que actuar según las reglas de esta jungla, establecidas por las relaciones financieras, en medio de un mundo que ya le resulta incomprensible. Los detalles de fondo de su tragedia “cotidiana” revelan un rural búlgaro despoblado, con sus habitantes progresivamente analfabetos, donde el Estado, agotado por una transición sociopolítica interminable, es incapaz de proteger a los más vulnerables de la delincuencia y los comportamientos agresivos. Tras el robo, Blaga protagoniza un artículo periodístico sensacionalista, que suma una capa de vergüenza a su ya miserable situación. A diferencia de las dos películas anteriores de la trilogía, el humor es escaso en esta obra, cuando no directamente ausente.

El mero hecho de que Skorcheva interprete a Blaga añade mucho significado al personaje. Tras alcanzar fama nacional a finales de los años setenta y durante los ochenta, la actriz abandonó conscientemente su carrera tras la caída del antiguo sistema político en Bulgaria a principios de los noventa, debido a las nuevas exigencias comerciales de la industria. En este sentido, su regreso a la pantalla tras más de 30 años de ausencia supone un auténtico hito para el cine búlgaro, mientras que su dedicada y absorbente interpretación es la base sobre la que se construye la película. Su mirada refleja tanto miedo como determinación; sus gestos aparentemente involuntarios revelan la inseguridad de la heroína, pero también su firmeza. La inequívoca agudeza del guion, escrito por Komandarev junto a su coguionista Simeon Ventsislavov, que ha trabajado en los tres títulos de la trilogía, debe gran parte de su eficacia en pantalla a la sólida presencia de Skorcheva. Mientras tanto, los tonos oscuros empleados por el director de fotografía Vesselin Hristov, que enfatizan los interiores claustrofóbicos y los exteriores solitarios que marcan la funcionalidad decadente de la vida provinciana búlgara, sugieren audazmente una situación sin salida, en línea con el desenlace de la trama.

Blaga’s Lessons es una producción de la búlgara Argo Film, coproducida por la alemana 42film. La griega Heretic Outreach se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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