22/06/2023 - Miguel del Arco sube un peldaño hacia la excelencia narrativa audiovisual con esta emocionante denuncia de los campos de concentración para homosexuales instaurados por el franquismo

Miguel del Arco es uno de los nombres de teatro más prestigiosos de España. Además de actor y guionista, debutó –tras orquestar algunos cortos y series– en la dirección de largometrajes, hace siete años, con Las furias [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]. Ahora se enfrenta a la creación y dirección (compartida con Rómulo Aguillaume) de otra serie, Las noches de Tefía, que se presentó durante la última edición del Festival de Málaga (sección Pantalla TV), donde acudió con su equipo artístico, formado, entre otros, por Patrick Criado, Israel Elejalde, Roberto Álamo, Carolina Yuste y Ana Wagener (presente en otro título sobre lucha homosexual que se estrena en salas españolas el 7 de julio, Te estoy amando locamente [+lee también:
tráiler
ficha de la película]).

En el documental La memoria escondida [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de José Luis Pecharromán (que llega a las salas españolas este mismo viernes), una de las personas entrevistadas cita brevemente esos campos de trabajos forzados que el dictador Francisco Franco instauró en España para encerrar a los “sodomitas” durante los años sesenta y setenta, amparándose en su propia ley de peligrosidad social contra “vagos y maleantes” que estuvo vigente hasta años después de su muerte. Esos lugares de abuso, maltrato, violación y marginación se hallaban en Badajoz, Huelva y Canarias. El Tefía del título es el nombre de la real “Colonia Agrícola Penitenciaria” (sic) ubicada en la isla de Fuerteventura donde transcurre la acción central de esta serie, que arranca con un número coreográfico espectacular que preludia un alto nivel creativo, musical y dramático.

Pues Las noches de Tefía muestra el horror de ese abominable lugar, pero también cómo quienes acababan con sus huesos allí lograban sobrevivir anímicamente gracias a ese instrumento de autodefensa, imposible de expropiar por ningún tirano, llamado imaginación. Uno de ellos, Charlie (encarnado por Miquel Fernández), relataba a sus compañeros de cautiverio cómo sería ese cabaret –denominado club Tindaya– donde todes podrían ser libres dando rienda suelta a sus pasiones personales y talentos en el canto, el baile o la seducción.

De este modo, cada capítulo se fragmenta y alterna con imágenes en blanco y negro que retratan la brutalidad de ese cautiverio entre vallas de alambres y otro, en espléndido color, que desarrolla las fantasías de libertad de los allí recluidos por, según las autoridades de la dictadura franquista, “atentar contra la moral”. Todo ello reconstruido a partir de los recuerdos, en flashback, del personaje de Jorge Perugorría, uno de aquellos presos, ahora empresario, con familia y un pasado que pide a gritos ser desvelado.

Es cierto que ese planteamiento de dos niveles de narración –la real y la imaginada– no es algo nuevo (basta recordar La vida es bella, El mago de Oz o El beso de la mujer araña), pero la espectacularidad de los números musicales, la entrega de los intérpretes, la emoción que transmite y una producción de gama alta convierten a esta serie en un dramático entretenimiento que, en plenas celebraciones del orgullo LGTBIQ+, airea un oscuro episodio semioculto de nuestra historia reciente, que no conviene olvidar… para que jamás se repita.  

Las noches de Tefía es una serie original de seis episodios de una hora cada uno, producida por Buendía Estudios Canarias con la participación de Atresmedia Televisión, para Atresplayer Premium, que la estrena el 25 de junio. Se proyectarán sus dos primeros episodios en 73 salas de cine de toda España el 22 de junio, distribuidos por Beta Fiction Spain.