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TORONTO 2018 Special Presentations

Crítica: Maya

por 

- TORONTO 2018: Mia Hansen-Løve viaja a la India, de la mano del amor y de la guerra, inyectando nuevos temas en la refinada dulzura que caracteriza su cine

Crítica: Maya
Aarshi Banerjee y Roman Kolinka en Maya

"Ningún mundo es más real que otro”. Al irse a rodar en India y al titular a su nueva película Maya [+lee también:
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, la cineasta francesa Mia Hansen-Løve no mantuvo en secreto sus intenciones de sondear la envergadura de las ilusiones. Adicción, culpabilidad, sensación de vacío, peso del pasado, transición, descubrimiento de nuevos territorios, belleza intemporal del mundo, sentimientos puros y maniobras de la sombra, la guerra y el amor: el largometraje, estrenado dentro de la sección Special Presentations del 43o Festival de Toronto, recorre de manera subterránea una multitud de temas bajo el envoltorio de una historia tejida alrededor de la reconstrucción psicológica de un corresponsal de guerra occidental traumatizado, y de su encuentro en Goa con una joven mujer india. A través de este viaje de largo alcance, novelesco y magníficamente puesto en escena, la directora también da vida, por primera vez en su filmografía (y con ciertos toques de thriller), a los conflictos internos (uno de sus temas predilectos) de un personaje adicto a la violencia de su profesión que intenta reestructurarse y renacer. 

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"Me llena de satisfacción la acción, no la palabra”, “ni psicoanálisis, ni libros, mi terapia no pasa por ahí”. Gabriel (Roman Kolinka), un joven de 1,80 m, 61 kilos y 32 años, es repatriado a París, emocionalmente herido, después de cuatro meses de cautividad en Siria. Simulacros de ejecuciones, maltratos, desplazamientos forzosos, gritos de los demás cautivos, el sentimiento de culpabilidad al haber dejado atrás a un colega; aparte de con Fred (Alex Descas), liberado al mismo tiempo que él, no es capaz de expresarse con nadie, sintiéndose vacío y creando el vacío a su alrededor. Decide entonces irse a al India, un país en donde descubrirá más tarde que ha vivido en él los siete primeros años de su vida, y en donde su madre (Johanna ter Steege) se ha quedado, a los mandos de una ONG en Bombay. Pero es en Goa en donde se instala Gabriel, en un bungalow al borde del mar, restaurando una pequeña casa en el campo, cruzando en solitario y en scooter los alrededores, frecuentando los bares en busca de aventuras como si no hubiera mañana. Un periodo activo, puntuado por recuerdos de su pasado doloroso, que tomará una nueva dirección al conocer a Maya (Aarshi Banerjee), la hija de 17 años (que vuelve temporalmente a India, entre sus estudios en Londres y Sídney) de su padrino Monty (Pathy Aiyar), propietario de un hotel de lujo en lugar paradisiaco. A lo largo del tiempo que pasa, entrecortado por los viajes de Gabriel para conocer la India, se desarrolla una atracción entre los dos, mientras que empiezan a planear sobre ellos extrañas amenazas...

Maya, que narra una bella historia de amor de la que Mia Hansen-Løve sabe perfectamente retratar todas las etapas, otorgándoles el tiempo necesario para que se nutran de los matices de su amplio argumento, es también una película visualmente rica y estéticamente lograda (con Hélène Louvart a la dirección de fotografía). La cineasta prueba poseer un profundo conocimiento de los esplendores de la India, aunque podría reprochársele el hecho de que la historia tenga lugar exclusivamente en ámbitos sociales muy privilegiados. También es verdad que la directora ha querido quizá abrazar demasiadas temáticas alrededor del nudo sentimental, y que prácticamente toda la película reposa en los hombros de un Roman Kolinka sólido, pero aún lejos de ser un actor en pleno dominio de sus capacidades. Sin embargo, más allá de estos pequeños problemas, el largometraje demuestra un alto nivel de calidad cinematográfica, y ofrece todos los refinados placeres de una historia con diferentes pasajes.

Maya ha sido producida por la francesa Les Films Pelléas y la alemana Razor Film Produktion y coproducida por Arte France Cinéma, ZDF/Arte, Orange Studio (que se encarga de las ventas internacionales), Sofinergie 5 FCM, Dauphin Films y Pio & Co.

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(Traducción del francés)

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