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LOCARNO 2018 Cineastas del Presente

Crítica: Familia sumergida

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- LOCARNO 2018: La ópera prima de la actriz argentina María Alché es un sueño extendido fabricado en la mente de una mujer en estado de shock tras la muerte de su hermana

Crítica: Familia sumergida
Mercedes Morán en Familia sumergida

La argentina María Alché saltó al mundo del cine como actriz revelación en La niña santa de Lucrecia Martel. Alché desempeñaba el rol de Amalia: la joven protagonista obsesionada por salvar el alma perdida de un doctor que se cuestionaba su fidelidad conyugal. Tras dirigir los cortometrajes Gulliver y Noelia, María Alché ha estrenado su ópera prima, Familia sumergida [+lee también:
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, deudora del cine de Lucrecia Martel, en la competición Cineasti del Presente del Festival de Locarno.

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Familia sumergida transcurre durante un caluroso verano en Buenos Aires. Marcela (interpretada por la compañera de reparto de Alché Mercedes Morán en La niña santa) sigue gobernando el matriarcado de su claustrofóbico apartamento pese a la reciente muerte de su hermana Rina. Sin embargo, la ausencia de su marido por cuestiones de trabajo y la de sus tres hijos adolescentes, que entran y salen de la casa sin que su presencia sea advertida por la cabeza de familia, ralentizan la superación del luto por su hermana.

La mente de Marcela pierde toda noción de realidad y coherencia tras la pérdida de Rina. La protagonista llena el vacío de su cotidianidad con la aparición de fantasmas de otros familiares fallecidos, así como alucinaciones visuales y auditivas, basadas en conversaciones y situaciones compartidas con los difuntos en un tiempo pasado. María Alché pone en escena ese limbo mental donde el pasado convive con el presente con un cierto parecido al surrealismo de Zama [+lee también:
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 de Lucrecia Martel. La cineasta exterioriza las visiones de la protagonista para que el espectador también pierda la capacidad de distinguir la realidad del delirio.

Los ruidos estridentes que emiten las máquinas domésticas (por ejemplo, el timbre o el teléfono) son los únicos agentes externos que facilitan la salida de ese trance alucinógeno. Al igual que La mujer sin cabeza [+lee también:
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 de Martel, la película de María Alche es un sueño extendido sobre el shock de Marcela, mientras que los sonidos funcionan como una suerte de despertador que nos libera de ese estado, recordándonos que tan sólo estábamos dormidos. Familia sumergida es una excitante odisea por el mundo interior de su protagonista, visitado desde otro nivel de percepción.

Familia sumergida ha sido producida por Pandora Filmproduktion4 1/2 Film AS, Pasto y Bubbles Project. La empresa neoyorquina Visit Films se encarga de sus ventas internacionales.

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