11/04/2018 - La nueva cinta de Miguel Clara Vasconcelos se centra en un grupo de estudiantes que participan en un surrealista ritual de iniciación

Tras centrarse en los cortos durante algunos años, algunos de los cuales fueron premiados en el prestigioso Festival Internacional de Cine Curtas Vila do Conde, el director portugués Miguel Clara Vasconcelos se zambulló de cabeza en el reto de dirigir Encontro silencioso [+lee también:
tráiler
ficha de la película], un largometraje.

En 2013, un grupo de estudiantes universitarios acaparan los titulares: los encontraron ahogados en una playa tras lo que parecía ser un ritual de iniciación conocido localmente como praxe, en el que los estudiantes mayores inician a los estudiantes nuevos en la vida universitaria obligándolos a realizar una serie de tareas humillantes. Praxe es tema de debate en la sociedad portuguesa, y algunos de sus grandes partidarios son, sorprendentemente, estudiantes. La película se inspira en esta peculiar historia de interés humano, cuyos aspectos principales hasta hoy en día siguen sin estar claros, ya que el único superviviente, el Dux (el líder) se negó a dar más detalles, incluso ante el tribunal.

El reparto de Encontro silencioso incluye a los principiantes Ágata Pinho, Isabel Costa, Filipe Abreu y Nuno Fonseca como los cuatro estudiantes liderados por el Dux, interpretado por Alexander David. La pregunta de qué, exactamente, es lo que lleva a sus personajes a aceptar los rituales y a firmar sus propias sentencias de muerte sigue sin respuesta de principio a fin, como en la mayor parte de las secuencias, parecen abiertos a seguir ciegamente las órdenes. Cuando se plantean interrogantes, la mayoría por parte del personaje de Pinho, parecen surgir más por curiosidad que por malestar.

Enfrentándose a un material real y trágico aunque ambiguo, Vasconcelos no se ciñó a los (pocos) hechos existentes. En lugar de eso, decidió dramatizar los hechos con personajes distintos, colocándolos en un entorno diferente, donde la playa fue sustituida por el campo y el mar por un río. Al mismo tiempo, rodó todo el proceso de iniciación con matices alegóricos y con largas tomas que mantienen, deliberadamente, una distancia impasible respecto de la narración. Algunas secuencias están construidas de forma ingeniosa, donde resalta la presencia de espejos o de ventanas, lo que también contribuye a la sensación de distancia inquietante. El resultado es una película extraña con personajes extraños, un relato desconcertante con toques de surrealismo que son ecos de la Nueva Ola griega – aunque no es tan consistente como la obra de los directores que parecen haberla inspirado.

Encontro silencioso fue producida por el equipo C.R.I.M., con sede en Lisboa, y actualmente está en los cines portugueses, cortesía de Nos Lusomundo Audiovisuais.

(Traducción del inglés por Marta Quirós)