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SAN SEBASTIÁN 2017 Competición

Crítica: Soldados. Una historia de Ferentari

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- SAN SEBASTIÁN 2017: Ivana Mladenovic sienta precedentes en el cine rumano, donde los temas LGBT prácticamente brillaban por su ausencia

Crítica: Soldados. Una historia de Ferentari
Vasile Pavel Digudai y Adrian Schiop en Soldados. Una historia de Ferentari

Independientemente de los premios en festivales y la buena acogida internacional, el cine rumano andaba falto de películas que traten temas LGBT. Hasta hoy. El primer largometraje de ficción de Ivana Mladenovic, Soldados. Una historia de Ferentari [+lee también:
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, promueve una historia que va directamente allí adonde ningún director rumano ha ido antes. La cinta se ha presentado a concurso por la Concha de Oro del 65º festival de cine de San Sebastián.

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En un mundo perfecto, un crítico de cine nunca usaría la palabra “valiente” a la hora de escribir sobre una película LGBT; sin embargo, Soldados es muy valiente en un país como Rumanía, donde una constitución susceptible de cambiarse mediante referendum especifica que una familia es “un matrimonio entre un hombre y una mujer”. La historia se centra en Adi (Adrian Schiop), un antropólogo que se traslada al barrio gitano de Bucarest, Ferentari, para estudiar el manele, esto es, la música de la comunidad roma. En esta área desfavorecida (algunos lo llamarían ghetto), Adi es a todas luces un intruso, pero el encuentro con Alberto (Vasile Pavel Digudai), un antiguo preso de unos 30 años de edad, le ayudará en este respecto. Adi quiere entrar tanto como Alberto quiere salir, así que su sincronicidad direccional resultará el lugar perfecto para estudiar las diferencias entre ambos mundos, sea o no posible el amor entre ellos.

Soldados mezcla de forma atractiva el documental y la ficción y se sirve del hecho de que el actor principal, Adrian Schiop, interprete una versión ficticia de sí mismo después de coescribir el guion junto con Mladenovic basándose en su novela autobiográfica homónima para contar esta historia de amor homosexual y comentar las desigualdades en materia de oportunidades. Con dos actores aficionados bajo los focos y el enfoque casi frío de Mladenovic, Soldados se erige en exploración en bruto de un mundo rara vez visto anteriormente en el cine rumano. Como esfuerzo antropológico, resulta tan convincente y revelador como el excelente documental de Alexander Nanău Toto and His Sisters [+lee también:
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(programar a la vez ambas películas sería todo un acierto en festivales que traten de abrir una puerta al interés por la comunidad gitana). Algunos detalles sobre la biografía de Alberto demuestran lo fácil que es perderse en las profundidades del sistema cuando la educación y las actividades que dan por sentadas los niños se quedan fuera de la ecuación.

No sería justo, sin embargo, elogiar Soldados únicamente por sentar un precedente a la hora de abordar la comunidad roma (el gurú del manele Dan Bursuc se interpreta a sí mismo en la película), sino también por la manera en que muestra que toda superficie puede arañarse y todo prejuicio puede ponerse en tela de juicio. Desnuda a sus protagonistas hasta los huesos. Un antropólogo tímido con artículos publicados en revistas estadounidenses y un ex convicto con una lengua a menudo agresiva que no sabe ni escribir su nombre se sientan en una cama y el mundo se tranquiliza. Cuando se miran a los ojos, no importa nada más que los sentimientos que experimentan el uno por el otro. El manele tiene una fijación con las historias de trapos y de ricos pero no hay ni trapos ni ricos aquí. En las profundidades no hay colores, naciones ni religiones. En las profundidades no tenemos ni siquiera un género. En las profundidades somos agujeros negros pequeños y sin forma, hambrientos de intimidad y amor, y Soldados consigue mostrárnoslo con el encuentro con esta realidad social áspera y anhelante.

Soldados. Una historia de Ferentari es una producción de la rumana Hi Film Productions en coproducción con la serbia Film House Bas Celik y la francesa Frakas Productions. Beta Cinema es su agente de ventas internacionales. Su distribuidora en Rumanía es microFILM, que la estrenará el 2 de febrero de 2018.

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(Traducción del inglés)

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