email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SEMINCI 2023

Antonio Méndez Esparza • Director de Que nadie duerma

“Todos nos montamos películas en nuestra cabeza”

por 

- El cineasta español afincado en Estados Unidos nos habla de su coproducción entre su país natal y Rumanía que adapta la novela homónima de Juan José Millás

Antonio Méndez Esparza  • Director de Que nadie duerma
(© Seminci)

Que nadie duerma [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Antonio Méndez Esparza
ficha de la película
]
es la traslación a la pantalla de la novela homónima de Juan José Millás a cargo de Antonio Méndez Esparza (Aquí y allá [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Pedro Hernández
ficha de la película
]
, La vida y nada más [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Antonio Méndez Esparza
ficha de la película
]
), que ha contado con la colaboración de Clara Roquet (Libertad [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Clara Roquet
ficha de la película
]
) en la escritura del guion de esta coproducción hispano-rumana que se ha presentado en la 68.ª Seminci - Semana Internacional de Cine de Valladolid.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Cineuropa: El público de esta ciudad tiene fama de exigente y experimentado. ¿Cómo ha reaccionado ante tu nuevo film?
Antonio Méndez Esparza:
Sí, es verdad, los productores españoles me advirtieron de que podría haber pataleos aquí, por lo que yo estaba aterrado, pero hubo aplausos largos tras las dos proyecciones, aunque el final de la película puede crear cierto desconcierto.

Porque es una película de género indefinido que tiene como protagonista a Malena Alterio, actriz vinculada a la comedia. ¿Esto tiene que ver con el universo de Millás o es aportación de los guionistas?
Partimos de la novela, pero los guionistas nos hacíamos la pregunta de cuál es la esencia de ese relato. El original es bastante onírico y fantasioso, esa parte la hemos insertado dentro del universo interior del personaje de Malena y no resulta tan literal como en el libro. Los giros de género de la película eran buscados, como parte de la historia que había que manejar, pues pedía esos giros. Al decidir adaptar esta novela teníamos que comprometernos con esta historia difícil de clasificar, porque podía ser parecida a una película de terror y a la vez cómica, costumbrista o realista. Fueron elementos que fuimos juntando.

¿Por qué elegir a Clara Roquet para coescribir el guion? ¿Qué tiene la directora de Libertad que no posean otres?
Cuando yo hablé con ella aún no había acabado su película, pero había trabajado con Carlos Marqués-Marcet y Jaime Rosales, y como me considero un guionista limitado y la adaptación me superaba, necesitaba una compañera de viaje. Y siempre me encantó la idea de algunos cineastas argentinos o asiáticos, que escriben entre dos o tres, una combinación muy rica que hasta ahora no había surgido porque mis películas anteriores eran colaboraciones con los actores y en procesos de rodaje largos, entonces siempre he entendido la escritura como un intercambio. Pero me encontré aquí con una escritora que le da un matiz a todos los personajes que yo no encontraba y con una rica maestría estructural.

En tus cintas anteriores apenas había música, en cambio en tu nuevo largometraje resulta fundamental.
En la novela, la ópera Turandot de Giacomo Puccini posee una fuerza singular y la música es un personaje principal en la película, la completa. Sin ella el film no tendría tantas capas. Por eso para mí es clave.

Que nadie duerma aborda, entre otros, el asunto de por qué construimos ficciones. Lucía, la protagonista, para afrontar sus conflictos “se monta una película”, como decimos coloquialmente en España.
Claro, ahí está la capacidad de imaginar: todos tenemos ensoñaciones y divagaciones, nos montamos películas. El cine es un vehículo magistral para explorar sueños y aspiraciones, esos mundos interiores que son muy nuestros y no compartimos, pero la pantalla nos da una oportunidad para hacerlo. Mis películas anteriores eran muy realistas, pero esta es más psicológica, se acerca más a un sueño.

También se habla en ella de alimentarse de la realidad, cosa que tú haces en tu trabajo. ¿Asumes como autocrítica tu propia película?
¡Claro! Es uno de los elementos de la novela que más desasosiego me generó y con el que me identifico bastante. Es una cuestión sobre la que reflexiono. No tengo la respuesta, pero hay que aceptarla.

El film es el retrato de una superviviente que se reinventa y también la crónica de una mezquindad no anunciada, con la sorpresa de su giro final.
Sí, es casi una traición y me encanta la palabra mezquindad, que no se usa mucho en el día a día. Hablando con Clara Roquet, queríamos que Lucía floreciera inicialmente para que luego viviera ese tremendo giro final.

Has vuelto a España con este proyecto. ¿Seguirás por aquí, tienes planes en Europa o te dejarás llevar por lo que surja?
Vivo en Estados Unidos y tengo entre manos un par de proyectos, pero en un desarrollo muy inicial, nada inmediato. Y este rodaje en mi país ha sido el de más envergadura y el más profesional que he llevado a cabo nunca, con equipos más grandes, pero me he sentido muy cómodo.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Lee también

Privacy Policy