04/09/2023 - VENECIA 2023: El director turco emergente disecciona su nueva película, a la vez un drama judicial y un estudio de personajes

Musa (Oğulcan Arman Uslu) ha sido acusado de matar a su antiguo jefe mientras trabajaba en la fábrica, y en las imágenes del circuito cerrado de televisión que se presentan como prueba indiciaria se le ve saliendo del lugar de los hechos. Canan (Tülin Ozen), que hace guardias en el hospital para cuidar de su madre moribunda entre juicio y juicio, es la única abogada dispuesta a defenderlo.

El segundo largometraje de Selman Nacar, Hesitation Wound [+lee también:
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ficha de la película], que se ha estrenado a nivel mundial en la sección Orizzonti del Festival de Venecia, gira en torno al precipicio que separa la vida privada de la pública. La película esboza un mundo muy auténtico para luego desgranar gradualmente las almas de sus personajes. Nacar, que estudió Derecho, se ha sentado con nosotros para revelar más detalles acerca de su último trabajo.

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Cineuropa: ¿De qué idea inicial partiste para crear Hesitation Wound?
Selman Nacar: Estudié Derecho, por lo que las cuestiones de moralidad y ética siempre me han llamado la atención. A la hora de escribir las historias, no obstante, me gusta empezar por el personaje. En este caso, el personaje central es una abogada a caballo entre su vida profesional y su vida personal, sus necesidades y sus expectativas. Quería ponerla a ella en el centro para luego mostrar el entorno —formado por hombres— que la rodea, que a su vez está ambientado en una pequeña ciudad. Tenía la intención de llegar al fondo de la cuestión de la justicia, quería saber hasta qué punto se puede defender a alguien.

¿Qué criterio seguiste a la hora de escoger a los actores que interpretan a Canan y a Musa? Y una vez que los intérpretes ya habían sido elegidos, ¿desarrollaste lo que tenías pensado para los personajes?
La verdad es que hice muchos castings, sobre todo para el personaje de Canan, pero la perspectiva de Tülin [Özen] fue sin duda la más conmovedora. Trabajamos durante casi un año en la observación de todo aquello que ocurre en un juicio: cómo se comporta un abogado, cómo camina y habla… Sin embargo, como el tema central es la vida personal de Canan, nos centramos también en crearle una personalidad coherente.

En cuanto a la selección del actor para interpretar a Musa, el acusado, Oğulcan Arman Uslu entendió a la perfección el papel de su personaje desde el principio. Por supuesto, está en la cárcel, pero cuando pensamos en este tipo de gente, nos vienen a la mente estereotipos que queríamos evitar a toda costa. Ese tipo de gente vive en uno de los barrios en los que rodamos, por lo que Arman pasó una temporada allí para meterse todo lo que pudiera en el papel.

Además de tratar sobre el crimen y su correspondiente pena, tus dos películas [esta y Entre dos amaneceres [+lee también:
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ficha de la película]] también utilizan una fábrica como lugar clave de la trama, y giran en torno a los distintos peligros y desgracias que se pueden producir en este tipo de entornos.
La diferencia de clases juega un papel crucial en lo que a la justicia se refiere. En ambas películas, quise elegir personajes de orígenes económicos y culturales diferentes e intentar reflexionar sobre cómo estos aspectos les hacen distintos, no solo en cuanto al comportamiento, sino también en cuanto a sus reacciones y, en definitiva, en todo. En términos visuales, la fábrica constituye el lugar idóneo para mostrar esta diferencia.

La simetría visual y estructural de ambas películas resulta de lo más sorprendente, incluso en lo que se refiere a la elección precisa de los planos.
No todas las historias que escribo surgen de mi pensamiento analítico; algunas son producto de mi intuición. Dicho esto, los personajes con la mente dividida entre dos emociones completamente distintas siempre me han llamado la atención, porque creo que Turquía se encuentra en una situación similar. No es Europa, ni probablemente se pueda considerar tampoco como Oriente Medio: es un claro ejemplo de país a caballo entre ambas regiones. En Entre dos amaneceres, quise que la película comenzara en la fábrica para dejar clara la importancia de la misma en la historia desde el principio. Las imágenes blancas de la fábrica muestran un lugar que da trabajo a muchos obreros, pero lo que al final quise hacer fue terminar con primeros planos que los presentaran prácticamente como monstruos.

Las máquinas no paran en ningún momento. La vida continúa incluso cuando mueres. Para Hesitation Wound, fui muy cuidadoso a la hora de elegir el último plano: se muestra la ciudad, al igual que al principio, de camino al juicio de Musa. También se trata del propio sistema, y es que hay detalles y matices en la película que demuestran que, en realidad, el sistema actual es completamente insostenible.

El renacimiento del drama judicial tradicional es una realidad, y otro ejemplo de ello es la ganadora de la Palma de Oro de este año, Anatomie d'une chute [+lee también:
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ficha de la película]. ¿Qué es lo que más te atrajo del entorno judicial y de las convenciones cinematográficas a las que va asociado el mismo?
A decir verdad, mi intención inicial no consistió en ningún momento en hacer un drama judicial ni en trabajar específicamente en ese género. Ni siquiera había oído hablar de algunas de estas películas recientes de las que me hablas. En un país como Turquía, los tribunales y los procedimientos judiciales son el pan de cada día. En otros países, la gente no se ve obligada a tener que pensar tanto en la economía y la justicia, ni en todo este tipo de cosas. Y como persona consciente de lo que ocurre a su alrededor, hay también una serie de cuestiones acontecidas durante los últimos años que me han afectado en gran manera.

(Traducción del inglés)