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Paco Plaza • Director

"Todos tenemos miedos de las mismas cosas"

por 

- Después de firmar tres entregas de la saga zombie REC, Paco Plaza ha perpetrado Verónica, una película de género de terror puro, con Ana Torrent en un papel más que importante

Paco Plaza • Director
(© Lorenzo Pascasio)

Paco Plaza (Valencia, 1973) demuestra su maestría con Verónica [+lee también:
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 tras rodar dos entregas de REC [+lee también:
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junto a Jaume Balagueró, otra en solitario (la tercera) y dos largometrajes de ficción. Ahora ofrece a su mucho público un film de terror que aborda peliagudos temas y que tiene en la actriz Ana Torrent a algo más que un referente cinéfilo. Charlamos con el cineasta en Madrid, justo el día de la muerte de George A. Romero.

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Cineuropa:  Hoy están tristes los fans del cine de zombies...
Paco Plaza: George era un señor estupendo. Le conocimos, Balagueró y yo, en el festival de Sitges, donde él presentaba La resistencia de los muertos y nosotros, REC 2. Era importante contar con su bendición: le gustaba mucho nuestra saga y fue muy cariñoso. Que se reivindicara su figura como cineasta seminal de la corriente zombie le alegraba mucho, porque él es el padre de todos nosotros.

Tu nueva película al principio se titulaba El expediente... (leer más) ¿por qué cambió a Verónica?
Porque El expediente remitía a un supuesto caso real: te daba idea de estar haciendo la reconstrucción de una investigación, y luego la película ha ido derivando a algo que no se parece excesivamente a los hechos que la inspiraron. Se basa en un suceso muy popular, de Vallecas, pero a la vez coge elementos de otro que también pasó en Madrid, en el año 92, por Embajadores. Como la historia se estaba distanciando tanto del suceso original, me parecía poco honesto llamarla El expediente

Pero el comienzo y el final tienen algo de investigación policial...
Hay un guiño a la realidad: una intención de ubicar la película en un espacio y un tiempo concretos, en la España preolímpica, y como trata de una transformación de niña a mujer, creo que ése es el año en que este país pasó de la transición a creernos que éramos modernos: es un año bisagra, pues marca el final del postfranquismo y el principio de una democracia asentada.

En Verónica hay menos humor que en tu anterior REC3: Génesis [+lee también:
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REC3 era una comedia romántica con elementos de género y Verónica, una película de género más canónica, inscrita dentro de los límites de lo que se entiende por un film de terror.

En la película hay guiños cinéfilos explícitos, como a ¿Quién puede matar a un niño?, de Narciso Ibáñez Serrador...
Sí, también a Cria cuervos, de Carlos Saura, y a El espíritu de la colmena, de Víctor Erice: ambos films simbolizan ese cine fantástico español que se incrusta en la mirada infantil, deformadora de la realidad. Me gustan esas películas que asumen el punto de vista de los personajes, y yo quería que tuviera el de una adolescente, por eso esos títulos han influido en el proceso de construcción narrativa.

Y además le das a Ana Torrent, protagonista de aquellas dos películas, un papel destacado...
Ha sido un guiño muy evidente: en mi película también se llama Ana, como en Cria cuervos. Me gustaba pensar en la biografía de aquella niña: que se acaba casando con un señor de Vallecas, monta un bar y tiene cuatro hijos. Me fascina imaginar que Verónica es una falsa secuela de aquella cinta. Ana Torrent es una actriz mítica, pues también de adolescente me perturbó mucho en El nido, de Jaime de Armiñán. Quise hacer varios juegos y guiños con Cria cuervos, pero no quise exagerar, pues el film debe tener su vida propia y, cuando se te va la mano con los homenajes, corres el riesgo de perder el norte de la propia película.

Por último, el género de terror está dando últimamente sorpresas estupendas...
Si, es verdad: el humor es muy difícil de transportar, pero el terror es fácil, pues todos tenemos miedo de las mismas cosas: el mayor pánico está en no controlar las situaciones, donde las reglas no son lo que uno entiende y puede pasar cualquier cosa. Eso es universal. Llevamos varios años de películas magníficas del género, como Crudo [+lee también:
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, mi film favorito del año pasado, que habla también del tránsito a la pubertad. El género de terror es un vehículo excelente para hablar de cosas complejas: cómo somos, de nuestras emociones y de nuestros miedos.

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